Castilla-La Mancha pone en marcha la primera unidad de miomas de Europa

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: Redacción
SALUD Y BIENESTAR SOCIAL
El nuevo servicio estára ubicado en el Complejo Hospitalario de Toledo
El director gerente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, Ramón Gálvez, presentó ayer este nuevo servicio acompañado por los profesionales sanitarios que han puesto en marcha esta iniciativa, entre ellos, ginecólogos, radiólogos intervencionistas, y personal de enfermería.
Desde que comenzó su actividad como Unidad hace seis meses ya han atendido en consulta a unas 400 mujeres. Gálvez ha destacado que esta Unidad de Miomas supone un paso adelante muy importante, que ha sido posible gracias al empeño de este grupo de profesionales que ha puesto su trabajo y conocimiento para el desarrollo de una técnica que incorpora algo fundamental en el campo de la medicina: nuevas fórmulas de organización y de procedimientos a la hora del tratamiento.
“Estamos en organizaciones sanitarias que están basadas en el conocimiento de los profesionales que la componen, y este conocimiento se traslada a nuevas formas de hacer para los ciudadanos, en este caso para las mujeres, que les suponen considerables mejoras, disminución en la estancia hospitalaria, resolución más eficaz y efectiva, etc”, ha señalado el gerente del Sescam.
Por su parte, la jefa del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Complejo Hospitalario de Toledo, María Luisa Cañete, ha recodado que hace siete años comenzaron a realizar embolización de miomas, formando un equipo multidisciplinar con radiólogos intervencionistas y anestesistas.

Según la doctora Cañete, desde 2003 a esta parte se han desarrollado otras técnicas para el tratamiento de los miomas sintomáticos, como la miomectomía por laparoscopia o por histeroscopia, vaporización de miomas, lo que propició que en diversos hospitales norteamericanos -John Hopkins, Clínica Mayo, de Rochester o el Thomas Jefferson, de Filadelfia- se pusieran en marcha Clínicas de Miomas, donde se ofrece un tratamiento integral para esta patología, además de desarrollar estudios.

Disminuye a la mitad las operaciones

En este sentido, ha indicado que la Unidad de Miomas del Complejo Hospitalario de Toledo nace con la voluntad de estandarizar todos los procedimientos que han ido surgiendo en los últimos años con el fin de ofrecer la mejor atención a las pacientes, tratando el problema con aquel procedimiento que esté más indicado. El protocolo utilizado les ha permitido disminuir a la mitad las pacientes operadas, de tal manera que sólo pasan por quirófano aquellas mujeres para las que realmente no existe otra técnica disponible.

“Estamos ofreciendo a nuestras pacientes las mejores técnicas disponibles a nivel mundial”, ha afirmado la doctora Cañete, quien ha comentado que la trascendencia que está adquirido a nivel internacional este grupo multidisciplinar con respecto al tratamiento de esta patología les ha llevado a ser invitados al Congreso Europeo de Laparoscopia Ginecológica que se celebrará el próximo mes de octubre en Barcelona.

Por su parte, el doctor Lorenzo García, responsable de Radiología Intervencionista -servicio que lleva a cabo la embolización de los miomas-, ha asegurado que esta nueva Unidad “está condenada al éxito, porque cuenta con gente muy joven, preparada, entusiasta y, con el apoyo del SESCAM, estamos convencidos de que el éxito va a ser rotundo”.

Descripción de las técnicas

La doctora Cañete ha explicado que, según el protocolo utilizado, los miomas que no presentan síntomas no se tratan, porque se ha demostrado que tan solo uno de cada mil se puede malignizar. En este sentido, ha señalado que actualmente se están tratando los miomas sintomáticos, empezando por el escalón más conservador, con la implantación de un DIU con hormonas.

El siguiente escalón es la embolización de los miomas, una técnica muy sencilla que, según ha explicado el doctor García, consiste en introducir un catéter muy fino a través de la arteria femoral para llegar a la arteria que riega el útero. A través de ese catéter se introducen unas partículas que impiden que la sangre llegue al mioma.

La técnica dura una hora aproximadamente y se realiza con anestesia epidural. Es normal la aparición de dolor durante las 4 ó 5 horas posteriores. A las 24 horas de la intervención el 90 por ciento de las mujeres reciben el alta, siguiendo tratamiento con analgesia convencional durante 3 ó 4 días.

Cuando la embolización no se ha consensuado con la paciente o no está indicada se pasa al siguiente escalón, el quirúrgico, bien por vía vaginal a través de un histeroscopio o mediante un laparoscopio, a través del abdomen.