Cerco al conductor irresponsable

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Editorial
Desde el pasado 6 de octubre circular por el centro se ha convertido en una pesadilla para los conductores irresponsables. En poco más de dos semana, la Policía Local de Guadalajara ha realizado un total de 4.784 servicios en toda la ciudad, de los que 1.018 se llevaron a cabo en la zona del centro. De ese millar de actuaciones, 435 se hicieron en control de vehículos, regulación de tráfico en colegios, atascos y servicio de retirada de vehículos por la grúa, es decir, casi la mitad del trabajo de un policía local consiste en el control de esas prácticas, habituales aunque no por eso correctas, llevadas a cabo por una inmensa mayoría.
¿Quién no ha aparcado en doble fila alguna vez con el único pretexto de hacer unas compras rápidas? ¿Quién no ha invadido de forma esporádica una acera o ha estacionado en una plaza reservada para minusválidos? Esas son las pequeñas infracciones que acaban convirtiendo en un infierno la circulación por el núcleo central de la ciudad. Sin duda, el objetivo principal con el que nacía esta campaña quedaba sobradamente justificado al hacerse efectivas un total de 524 denuncias en toda ciudad relacionadas con problemas en el tráfico rodado, de las cuales 243 tenía que ver con infracciones cometidas en la zona centro. Aparcar en las aceras, en pasos peatonales, en áreas de carga y descarga, en zonas debidamente señalizadas con prohibición expresa, en línea amarilla, en zonas de minusválidos o en intersecciones han tenido, durante los últimos días, graves consecuencias. Ahora, ese control férreo del tráfico tendrán continuidad en la zona de la Llanilla, Virgen de la Soledad, avenida de Castilla o la calle Sigüenza y, a partir del 3 de noviembre, la Policía realizará una campaña similar en Aguas Vivas. Pero de poco servirá la multiplicación de denuncias si no existe un trabajo de concienciación sobre el perjuicio que suponen esas prácticas y, por supuesto, si no hay acciones por parte de los responsables municipales encaminadas a la multiplicación de las plazas de aparcamiento y al fomento del uso del transporte público. Un trabajo, a tres bandas que no debe quedarse, solamente en la sanción para que sea efectivo.