Chema Abascal llenó 'Las noches del Infantado'
01/10/2010 - 09:45
Ferias y fiestas/ Música viernes
Volvieron una vez más Las noches del Infantado, cumpliendo esta vez sí la programación prevista, la que anunciaba en todos los carteles la presencia en los jardines palaciegos del intérprete y compositor alcarreño Chema Abascal, para muchos, la famosa voz de la ranchera que ha llegado a convertise en todo un himno de la provincia, Guadalajara no sólo está en Jalisco, creada por el propio autor para la campaña de promoción turística de la tierra presentada meses atrás en Fitur.
Volvieron una vez más Las noches del Infantado, cumpliendo esta vez sí la programación prevista, la que anunciaba en todos los carteles la presencia en los jardines palaciegos del intérprete y compositor alcarreño Chema Abascal, para muchos, la famosa voz de la ranchera que ha llegado a convertise en todo un himno de la provincia, Guadalajara no sólo está en Jalisco, creada por el propio autor para la campaña de promoción turística de la tierra presentada meses atrás en Fitur.
Asegurado el éxito, y con un aforo en el que no cabía ni una alfiler cerca de 800 personas, que intentaban por todos los medios hacerse un hueco entre los árboles y los salientes de la arquitectura señorial Abascal salió puntual al escenario del Infantado acompañado de su banda, rigurosamente vestidos de negro. Tras los buenos deseos, y la satisfacción de sentirse tan gratamente arropados en una noche tan especial, el trío comenzó a ofrecer todo un recital de canciones y bandas sonoras adscritas a los años 30 y 40, la devoción de muchos melómanos. Para ellos, se destinó la dedicatoria de la primera canción, Dream a little dream of me, melodía datada en 1931, aunque puesta de moda con la versión hicieran The Mamas & The Papas en los 70, o Moon river, la conocida melodía que actuaría de banda sonora de la película Desayuno con diamantes.
Una hora de recital que supo a poco, como todas las cosas buenas en esta vida.
Asegurado el éxito, y con un aforo en el que no cabía ni una alfiler cerca de 800 personas, que intentaban por todos los medios hacerse un hueco entre los árboles y los salientes de la arquitectura señorial Abascal salió puntual al escenario del Infantado acompañado de su banda, rigurosamente vestidos de negro. Tras los buenos deseos, y la satisfacción de sentirse tan gratamente arropados en una noche tan especial, el trío comenzó a ofrecer todo un recital de canciones y bandas sonoras adscritas a los años 30 y 40, la devoción de muchos melómanos. Para ellos, se destinó la dedicatoria de la primera canción, Dream a little dream of me, melodía datada en 1931, aunque puesta de moda con la versión hicieran The Mamas & The Papas en los 70, o Moon river, la conocida melodía que actuaría de banda sonora de la película Desayuno con diamantes.
Una hora de recital que supo a poco, como todas las cosas buenas en esta vida.