Como agua de mayo
Este mayo, del que puede ser que se abuse mucho, pero que algo tendrá el agua cuando la bendicen…nos viene cuajado de preocupaciones.
Cuando éramos pequeños, nos viene ahora a la memoria, solíamos cantar cuando era por mayo, aquello de “agua de mayo críame este pelo y ya que me lo crías, críamelo bueno’. Nos viene también a la memoria aquello otro, cuando estudiábamos Literatura, del Romance del cautivo: que por mayo era por mayo cuando la calor calienta, canta la calandria y responde el ruiseñor…preciosa composición poética cantando a la naturaleza y al privado de libertad… En esta primavera, propicia a los cambios bruscos de tiempo, la lluvia que suele ser en tormenta y que baja la temperatura, nos viene por otra parte como agua de mayo.
Pero no es literatura ni el tiempo lo que queremos reflejar en esta columna que nos sirve para recordar y entretener a quien tenga a bien leerla. Este mayo, del que puede ser que se abuse mucho, pero que algo tendrá el agua cuando la bendicen…nos viene cuajado de preocupaciones si miramos a la situación bélica y pandémica que padecemos. Sí, ya sabemos aquello de “a lo más oscuro amanece Dios”. Y Dios y ayuda, para quien crea, parece que necesitemos para salir de este aparente laberinto en que nos hallamos metidos. La guerra parece que se cronifica o incluso pensamos pueda terminar en tablas si Occidente sigue apoyando y nadie afloja en sus pretensiones, pero no podemos olvidar el sufrimiento de las personas ni las consecuencias económicas de las sanciones y vetos de unos a otros. El Covid creemos es algo del pasado pero sigue habiendo, aparte de mucha gente sufriéndolo, fallecidos y hospitalizados. Y ahora surge otra enfermedad que creíamos olvidada como la viruela, con el apellido del mono que entendemos es una variente de nuestros días. Aunque haya fiestas, alegría y mucha moral en gran parte de la población por celebraciones que vienen como agua de mayo no olvidemos lo que ocurre.