‘Con nombre de mujer’, cuando las calles hablan de igualdad


La exposición, que cerrará sus puertas el próximo día 9, invita a reflexionar sobre la visibilidad que tienen las mujeres en el callejero. Aquí os dejamos un especial de vídeo dividido en tres programa y un reportaje con las 22 protagonistas de esta muestra. 

Con nombre de mujer, episodio 1

Con nombre de mujer, episodio 2

Con nombre de mujer, episodio 3

Corría el año 1858 cuando Isabel  II publicó una Real Orden en la que se obligaba a numerar las casas y a que todas las calles tuvieran en un lugar visible una placa con su nombre. Aquello, que sirvió para tantas cosas, también se convirtió en una “herramienta que está al servicio de los poderes políticos para ejercer un reconocimiento público de determinadas personas”, señala la historiadora María de la Hoz. “Por la desigualdad histórica que ha habido entre los hombres y mujeres, a la que históricamente le ha correspondido permanecer en el ámbito privado, dedicada a las tareas de madre, esposa y ama de casa, fueron los hombres quienes tuvieron una mayor presencia en el callejero”.

Cuando María de la Hoz tuvo que realizar su trabajo fin de grado para la Universidad de Alcalá de Henares, decidió centrar la mirada en las calles de Guadalajara. Más concretamente, en el género de sus nombres. El resultado, por desgracia, es fácil de adivinar. “El Callejero de Guadalajara es una muestra más de lo que ocurre en la mayoría de las ciudades del país, en las que encontramos que, por la desigualdad histórica que ha habido entre hombres y mujeres, este reconocimiento público que implica tener una calle con tu nombre recáe más en hombres que en mujeres”. 

 

 

En el caso concreto de la ciudad, solo un 9,4 por ciento de las calles tienen nombre de mujer. Y de ellas, lo habitual es que “la mayoría sean para vírgenes y santas, porque es el modelo de feminidad convencional que ha habido a lo largo de la historia”. Y después, solía tocarles el turno a las mujeres de la nobleza, “por esa escala social de la que forman parte”. 

La situación empezó a cambiar a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando se empezó a dar calles a mujeres que representaban otro tipo de feminidad. “Es el caso de la calle Hermenegilda Portillo,  llamada así en honor a una mujer que es popularmente conocida como Gilda y que se dedicó a vender lotería en la calle Mayor durante más de 40 años”.  También  la que fuera directora simultáneamente del Archivo Histórico Provincial, de la biblioteca pública y del Museo Provincial, Juana Quiles, dio nombre  a una calle en el Barrio del Alamín. 

 

 

Pero a parte de esos casos puntuales, la mayor concentración de calles que dan reconocimeinto a este nuevo ideal de mujer moderna las tenemos en el barrio de Aguas Vivas, “un barrio periférico del norte de la ciudad, donde en 2004, el grupo municipal socialista, que estaba en ese momento al frente del Ayuntamiento, decidió conceder un total de 31 calles a mujeres que habían destacado a finales del siglo XIX y principios del XX”. Entre ellas había luchadoras por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres que habían destacado por ejercer por primera vez profesiones que hasta ese momento habían estado bajo monopolio masculino. 

Así, las calles de la ciudad guardan los nombres de Clara Campoamor y Victoria Kent, “dos de las primeras abogadas y diputadas de España y  protagonistas por excelencia de la lucha por el derecho al voto de las mujeres”. También recuerdan a Isabel Muñoz Caravaca, maestra de la escuela de niñas de Atienza; Concepción Aleixandre y Elisa Soriano Fischer, “dos de las primeras mujeres que ejercieron la medicina en nuestro país”; Maruja Mayo o María Blanchard, “representantes de las vanguardias de principios del siglo XX”, o incluso deportistas como Lily Álvarez, “la primera mujer de España que participó en los juegos olímpicos y la primera en ganar el Roland Garros en 1929”. 

 

 

Consciente de lo revelador que podría ser echar una mirada a esta realidad, decidió montar la exposición Con nombre de mujer, porque “invita a pensar en la desigualdad que existe en el reconocimiento público”. Para ello contó con la ayuda de Marta Águeda, que realizó retratos de 22 de las mujeres que tienen calle en Guadalajara, y del propio Archivo Histórico Provincial, además de Verónica Sierra, de la Universidad de Alcalá. 

Además, de abrir la exposición al público, están realizando visitas guiadas a escolares y otros colectivos. En la visita para niños de Primaria, por la que han pasado más de 11 centros y 500 alumnos, hacen un gymkana teatralizada y una actividad didáctica. En cuanto a los de Secundaria, se les pide que vengan con los ‘deberes’, hechos de casa: propuestas de mujeres a las que darían una calle.  “Ha sido muy interesante. Nos han traído propuestas que no conocíamos, de mujeres de la provincia que habían caído en el olvido y que jugaron un papel importante en la provincia”. 

 

 

En su caso, tiene claro a quién se la daría, a Tomasa Cuevas. “Estuvo encarcelada durante el franquismo y cuando salió, ahorró dinero, se compró una grabadora y empezó a viajar para recopilar los testimonios de todas aquellas compañeras que, como ella, habían estado en aquellas cárceles franquistas, publicando las primeras obras y testimonios sobre lo que fue la represión franquista en el caso de las mujeres”, recuerda De la Hoz.  Para ella, el colofón perfecto a esta exposición sería  “que se eliminasen las pocas que todavía quedan en honor a personajes del franquismo y que se aprovecharan esas calles del centro  para reconocer públicamente a mujeres destacadas”. 

 

 

 

Una invitación a pensar en nuestra propia ‘heroína’

Con nombre de mujer permanecerá en el Archivo Histórico Provincial hasta el próximo día 9 de marzo. El horario de visitas es de 9.00 a 14.00 horas de lunes a viernes y de 16.30 a 19.30 horas los martes y jueves. Además de encontrar las acuarelas, fotografías e información sobre las 22 protagonistas de la exposición, también cuenta con documentación extraída del propio archivo que puede servir para que el visitante se haga una idea sobre la situación de la mujer. Además, se da pie al visitante para que piense a qué mujer le dedicaría una calle de la ciudad.