Concurso de perros de muestra sobre becada sin muerte en la Dehesa de Solanillos
El Máster CCB es un circuito compuesto de 10 pruebas que se disputan por diferentes provincias de la geografía nacional.
El pasado fin de semana se ha celebrado en la Dehesa de Solanillos (Mazarete), la prueba de perros de muestra sobre becada sin muerte, correspondiente al XII Máster CCB de la modalidad. La prueba ha sido organizada por el Club de Cazadores de Becada en colaboración con la Federación de Caza de Castilla la Mancha, la Diputación de Guadalajara y la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla la Mancha.
El Máster CCB es un circuito compuesto de 10 pruebas que se disputan por diferentes provincias de la geografía nacional y actualmente es, sin duda, un referente para los amantes de la cinofilia becadera, con un gran atractivo para participantes y público por la naturaleza del concurso y los parajes en los que se desarrolla. Tras una atractiva y reñida competición en un terreno difícil por su vegetación y totalmente desconocido para los 20 perros inscritos, se hizo con el 1er. Premio Excelente y la prueba en su conjunto el perro Mostitxualde Laster, conducido por Ikatz Pérez Laster
Los premios se entregaron en Mazarete, con asistencia de la diputada delegada de Medio Ambiente y alcaldesa de la localidad, Lucía Enjuto, quien destacó el atractivo de este concurso y la repercusión que tienen estas iniciativas para el medio rural de Guadalajara, por lo que contarán siempre con la ayuda de la Institución Provincial.
Debido al creciente interés en este tipo de pruebas, las 20 plazas disponibles en la Dehesa de Solanillos se completaron pocas horas después de la apertura del plazo de inscripción. A esta cita en Mazarete han acudido algunos de los mejores perros de la modalidad de muestra sobre becada sin muerte. El concurso es de una gran belleza para los amantes de los perros y la naturaleza. Los canes baten el terreno por parejas y en turnos de veinte minutos con el objetivo de localizar y mostrar alguna becada, especie enigmática donde las haya y tremendamente difícil de encontrar en la espesura del bosque. Los perros derrocharon una gran potencia física y demostraron sus cualidades naturales para encontrar al ansiado pájaro. Cuando lo consiguen se manifiestan con una expresiva muestra que les mantiene completamente inmóviles en espera de que su conductor y los jueces de la prueba -en este caso Faustino Alonso y José María Valera, de Cantabria-, acudan al lance.
Llegados al lugar en el que el perro haya bloqueado a la chocha perdiz, el conductor, a petición de los jueces, hace volar al pájaro y realiza una detonación simulada para completar lo que en el argot se denomina “punto”. En función del nivel ofrecido durante su turno los jueces calificarán al perro con diferentes notas y al finalizar la prueba darán el orden de clasificación de los canes.
Este tipo de competiciones de caza sin muerte suponen una forma diferente y apasionante de disfrutar de los perros de muestra y la naturaleza, a la vez que sirven como dinamización para algunas zonas rurales que, habitualmente deprimidas, reciben con ilusión la presencia de concursantes, jueces y público que aportan una inyección económica en la hostelería de la zona.