Condenado a la cárcel un patrón por la muerte de 10 inmigrantes

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
La Audiencia Provincial de Las Palmas condenó ayer a 16 años de cárcel a Said Farchas, patrón de una patera que arribó en la isla de Gran Canaria, en la localidad de Agüimes, el 7 de septiembre. Al obligar a los inmigrantes a desalojar la embarcación junto a la playa, un total de diez fallecieron a pocos metros de la orilla simplemente porque no sabían nadar.
La sentencia de la Sección Sexta de la Audiencia considera que el imputado, de nacionalidad marroquí, es el "autor criminalmente responsable" de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, por el que le condena a seis años de prisión, sí como un año de cárcel por cada uno de los delitos de homicidio por "imprudencia grave". Del mismo modo, Farchas está obligado a pagar las costas procesales y, en concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizar a los herederos de los diez fallecidos con una cantidad de 50.000 euros por casa uno de ellos, más los intereses legales.
Según explica la sentencia, los hechos tuvieron lugar el pasado 7 de septiembre de 2007, cuando sobre las 6.00 horas, Farchas divisó la playa de Arinaga, en Agüimes. Cuando se encontraban a unos 50 metros de la misma, el acusado ordenó a los pasajeros que desembarcaran "sin tomar en consideración el evidente riesgo para la vida y sin cerciorarse de que hacían pie para que pudieran llegar a la playa caminando". Así, una vez en el agua, los inmigrantes comprobaron que había bastante profundidad y, como algunos no sabían nadar, se agarraron a la petar provocando que se volcara y que los ocupantes que aún estaban a bordo cayeran al agua.
Como consecuencia, diez de ellos fallecieron ahogados, mientras el acusado huída con destino Marruecos en la embarcación. Sin embargo, era detenido dos días después e internado en el Centro de Extranjeros de Barranco Seco (Gran Canaria), donde fue reconocido "sin ningún género de duda por dos de los ocupantes d ela patera que pilotaba".
De esta forma, la Audiencia declara probado que el acusado, mayor de edad y sin antecedentes penales, iba al mando del cayuco que arribó a la playa de Arinaga y en el que viajaban una veintena de personas indocumentadas que había pagado por la travesía desde las costas de Marruecos hasta Canarias, con la intención de entrar de manera ilegal en España.