Condenan a 20 años de prisión por asesinar a su hijastra
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
LANZAROTE
La Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a un total de 20 años de prisión a Antonio Luis Ferreira Machado por el asesinato de su hijastra, de 18 años de edad. Y es que la Audiencia considera probado que el condenado estranguló en su domicilio de Arrecife (Lanzarote) y posteriormente, trasladó su cadáver a una escombrera. Además, Ferreira deberá indemnizar a la madre de la víctima y ex pareja suya con la cantidad de 250.000 euros.
Durante el proceso, la fiscal aseguró que el condenado era una persona sin ningún tipo de arrepentimiento mientras que varios testigos aseguraron haber visto a Ferreira mirar con deseo a la víctima, Yuliza Antonia Pérez. El pasado 23 de abril, el Tribunal de Jurado declaró culpable al ahora condenado por un delito de asesinato, con la concurrencia de la circunstancia mixta de parentesco. De esta manera, el jurado aprobó por mayoría los hechos expuestos por la acusación. En ellos se señalaba que el varón estaba obsesionado con la joven, de nacionalidad dominicana, con la que mantenía una relación asfixiante y agobiante. Según la fiscal, éste era un motivo importante de discusiones entre ambos, especialmente por las creencias religiosas de la joven. Además, consideraron probado que el padrastro agarró de forma sorpresiva a Yuliza por el cuello, aprovechando la privacidad del domicilio, y apretó hasta darle muerte.
En cuanto a estos hechos, los miembros del Tribunal de Jurado estuvieron de acuerdo en que se produjeron con total intención de causar su muerte por estrangulamiento, sin dar a la misma posibilidad de defensa. Finalmente, el jurado también consideró culpable al condenado de desprenderse de los zapatos, el bolso, del sujetador y de la camiseta de la víctima, arrojándolo a un contenedor. Ató las manos y los antebrazos del cadáver a la espalda con cinta de embalar marrón y los trasladó en su vehículo hasta la escombrera de Argana Alta, donde enterró el cuerpo de Yuliza, valoró.
Por su parte, la fiscal, Laura Ordaz, aseguró que el condenado había intentado dar una apariencia inocente y de que no había roto ningún plato, pero en realidad es una persona peligrosa que no muestra ningún tipo de arrepentimiento.
Como prueba de ello, Ordaz se refirió a que, tras matar a su hijastra, el condenado siguió con su vida como si no hubiera pasado nada, y que tampoco respetó a su pareja ya que mantuvo contactos con otras mujeres.
En cuanto a la defensa, sostuvo que Ferreira, que previamente había impedido a la joven practicar las creencias religiosas que profesaba en el domicilio familiar, pidió perdón a la víctima por no dejarla ir con los testigos de Jehová. Mientras, los médicos forenses aseguraron que no hubo síntomas de autodefensa y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias señaló que la defensa tendrá derecho a presentar un recurso de apelación si lo cree conveniente.
CRONOLOGÍA DE LOS HECHOS
Los hechos por los que se condena a Luis Ferreira Machado se remonta al 7 de noviembre de 2007, cuando se produjo una discusión entre ambos por las creencias religiosas de la joven. Al día siguiente, el acusado quiso continuar la discusión, y ante el rechazó de Yuliza, atacó de manera sorpresiva a la joven con intención de matarla. En este sentido, la Fiscalía detalla que el acusado apretó el cuello de la chica con sus manos con fuerza intensa durante más de dos minutos, tal y como confirmaron los forenses. Finalmente, sin dar posibilidad de defensa ni de auxilio de terceros, se aseguró de darle muerte por estrangulamiento.
Posteriormente, el condenado bajó a la calle porque quería que le viesen y que no le vinculasen con la muerte de Yuliza. Entonces, puso su vehículo en marcha, volvió a subir a la casa y se deshizo del cuerpo de la joven trasladándolo en su vehículo hasta la escombrera de Argana Alta. Allí enterró el cuerpo semidesnudo en una pendiente y lo cubrió con un poco de tierra y escombros, como si de un trozo de basura se tratase. Finalmente, regresó al domicilio familiar, bajó con unas tenazas a la calle y le dijo a sus vecinos que no le funcionaba el coche.
La desaparición de la joven fue denunciada el 8 de noviembre de 2007. Su padrastro fue detenido el 10 de abril de 2008, varios meses después de que se hallara el cuerpo de la adolescente y las pruebas de ADN de la Policía Científica y Judicial le inculparan del crimen.
En cuanto a estos hechos, los miembros del Tribunal de Jurado estuvieron de acuerdo en que se produjeron con total intención de causar su muerte por estrangulamiento, sin dar a la misma posibilidad de defensa. Finalmente, el jurado también consideró culpable al condenado de desprenderse de los zapatos, el bolso, del sujetador y de la camiseta de la víctima, arrojándolo a un contenedor. Ató las manos y los antebrazos del cadáver a la espalda con cinta de embalar marrón y los trasladó en su vehículo hasta la escombrera de Argana Alta, donde enterró el cuerpo de Yuliza, valoró.
Por su parte, la fiscal, Laura Ordaz, aseguró que el condenado había intentado dar una apariencia inocente y de que no había roto ningún plato, pero en realidad es una persona peligrosa que no muestra ningún tipo de arrepentimiento.
Como prueba de ello, Ordaz se refirió a que, tras matar a su hijastra, el condenado siguió con su vida como si no hubiera pasado nada, y que tampoco respetó a su pareja ya que mantuvo contactos con otras mujeres.
En cuanto a la defensa, sostuvo que Ferreira, que previamente había impedido a la joven practicar las creencias religiosas que profesaba en el domicilio familiar, pidió perdón a la víctima por no dejarla ir con los testigos de Jehová. Mientras, los médicos forenses aseguraron que no hubo síntomas de autodefensa y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias señaló que la defensa tendrá derecho a presentar un recurso de apelación si lo cree conveniente.
CRONOLOGÍA DE LOS HECHOS
Los hechos por los que se condena a Luis Ferreira Machado se remonta al 7 de noviembre de 2007, cuando se produjo una discusión entre ambos por las creencias religiosas de la joven. Al día siguiente, el acusado quiso continuar la discusión, y ante el rechazó de Yuliza, atacó de manera sorpresiva a la joven con intención de matarla. En este sentido, la Fiscalía detalla que el acusado apretó el cuello de la chica con sus manos con fuerza intensa durante más de dos minutos, tal y como confirmaron los forenses. Finalmente, sin dar posibilidad de defensa ni de auxilio de terceros, se aseguró de darle muerte por estrangulamiento.
Posteriormente, el condenado bajó a la calle porque quería que le viesen y que no le vinculasen con la muerte de Yuliza. Entonces, puso su vehículo en marcha, volvió a subir a la casa y se deshizo del cuerpo de la joven trasladándolo en su vehículo hasta la escombrera de Argana Alta. Allí enterró el cuerpo semidesnudo en una pendiente y lo cubrió con un poco de tierra y escombros, como si de un trozo de basura se tratase. Finalmente, regresó al domicilio familiar, bajó con unas tenazas a la calle y le dijo a sus vecinos que no le funcionaba el coche.
La desaparición de la joven fue denunciada el 8 de noviembre de 2007. Su padrastro fue detenido el 10 de abril de 2008, varios meses después de que se hallara el cuerpo de la adolescente y las pruebas de ADN de la Policía Científica y Judicial le inculparan del crimen.