Continúa la violencia étnica en Kenia

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Mientras la comunidad internacional presiona para lograr la paz en el país
Casi 100 personas han muerto en los últimos días en la localidad keniana de Nakuru y sus inmediaciones, en el Valle del Rift, en los últimos enfrentamientos por violencia étnica desencadenados tras las polémicas elecciones de finales del pasado mes de diciembre.
Mientras, sigue la movilización de la comunidad internacional para presionar en favor de un acuerdo entre las partes. En este sentido, los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE) advirtieron hoy de que los Veintisiete "no pueden mantener relaciones normales con Kenia" hasta que "se llegue a un acuerdo para una solución legítima".

Tras los incidentes ocurridos hoy, ha vuelto a ascender el balance de víctimas mortales a causa de los enfrentamientos iniciados tras las elecciones del pasado 27 de diciembre, en las que se proclamó ganador el actual presidente keniano, Mwai Kibaki, y de las que el líder de la oposición Raila Odinga, asegura que fueron manipuladas. En el Valle del Rift, región situada en el oeste de Kenia, durante los últimos cuatro días ingresaron en el depósito de cadáveres de Nakuru 64 cadáveres. Mientras, en la localidad de Naivasha, un periodista de la agencia Reuters pudo ver en el depósito de cadáveres otros 32 cadáveres.

Luchas tribales
Por otro lado, en la ciudad de Kisumu (oeste de Kenia), los habitantes de la zona aseguraron que la Policía ha disparado al menos a una persona durante las protestas contra la violencia en el Valle del Rift. En esta región, miembros de distintas tribus --principalmente los kikuyus y los luos-- se enfrentaban hoy con machetes, el arma responsable de la mayoría de las muertes en Kenia este mes. Bandas de grupos étnicos rivales combatían unos contra otros con palos y flechas en Nakuru y Naivasha.

Tras cumplirse un mes desde los comicios, más de 800 personas han fallecido en Kenia en los episodios más violentos que se recuerdan desde que el país logró su independencia de Reino Unido en 1963. Las tribus kenianas no llegaron nunca a reconciliar sus diferencias, surgidas a partir de herencia colonial dejada por los británicos y agravadas por los políticos del país africano.