Convivencia ética


La búsqueda de la convivencia posible genera esperanza y este  es mi deseo para el año nuevo, que la relación entre todas las especies animales del planeta sea ética.

La relación establecida entre animales humanos y no humanos en la provincia a lo largo de estos últimos doce meses, voy a establecerla con algunas de las noticias publicadas en este periódico, ¿me acompañan?

El año se inició con un caso de maltrato en Uceda, en una explotación ganadera. Las imágenes fueron desoladoras, inimaginable lo que tuvieron que sufrir cada uno de los animales que dependían de los cuidados y atenciones de un propietario deshumanizado antes de morir. 

En febrero el Ayuntamiento de Horche anuncia la I Campaña de Esterilización de Gatos Comunitarios con la colaboración del centro veterinario adjudicatario, el consistorio y la red de voluntarios que llevan años cuidándoles y atendiéndoles en la localidad. La concejalía de medio ambiente pone en valor y agradece la labor que llevan a cabo los grupos de personas voluntarias para quienes pide “que sean respetados puesto que gracias a ellos se pueden controlar estas colonias y minimizar el impacto que generarían si estas personas no ejercieran esa labor”. Un ejemplo que deberían recoger el resto de localidades de la provincia que hace invisibles a las asociaciones y personas que han solucionado el problema de las colonias felinas en silencio y con gran esfuerzo hasta la actualidad. En estas prácticas de cuidado a sus vecinos, se definirá cada consistorio.

La primavera trajo una noticia curiosa, en el desfiladero de la Boca del Infierno del Embalse de Entrepeñas, una pequeña formación granítica tomaba forma de tortuga gigante que nada tranquilamente por las aguas del embalse. La tranquilidad es que cuando a alguien se le meta en la cabeza acabar con la tortuga, no será un acto de maltrato animal. 

En abril, la alcaldesa de la ciudad anuncia que la asociación La Camada seguirá gestionando los próximos tres años el albergue municipal, al haber sido la adjudicataria de la licitación realizada por el Ayuntamiento para este servicio. Sin duda, una de las mejores noticias del año. Los perros y gatos abandonados de la ciudad se mantienen en manos de quienes defienden su dignidad y logran su bienestar, proporcionándoles una segunda oportunidad. Guadalajara continúa siendo ejemplo de bienestar en la gestión de su centro de recuperación de animales abandonados.

Octubre brinda la tierna noticia del rescate de un lindo gatito al quedar atrapado en la cornisa de un primer piso a varios metros del suelo de un popular barrio de la capital. El equipo de bomberos actúo con profesionalidad resolviendo la operación. No será la primera vez que contacto con ellos y se encuentran atendiendo a algún animal en apuros. Creen que tengo un radar para detectar estos casos, no he podido negárselo.

En contraposición, en el mismo mes de octubre, se detiene a un vecino de la localidad de Romancos por supuestamente apalear a su perro hasta la muerte tras atraparlo en un lazo. Un vecino reincidente y denunciado por el Seprona en distintas ocasiones por diferentes infracciones relacionadas con el bienestar animal. Desde la Guardia Civil indicaban que, aunque la tendencia se ha reducido considerablemente en los últimos años, estas situaciones de maltrato animal con manifestaciones de crueldad o ensañamiento hacia los animales, muchas de ellas con resultado de muerte, se siguen produciendo en algunos lugares de nuestra geografía. 

El lobo es otro de los protagonistas del año ya que las noticias informan que su existencia pone en riesgo la continuidad de la ganadería en la Sierra Norte. Ante esta situación se está desarrollando un proyecto para que la convivencia entre lobos y ganaderos sea posible. Coordinado entre el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) y el CSIC, han elegido nuestra provincia para ponerlo en marcha. Se trata de un experimento de aversión condicionada en la que se rocía al ganado con olor a vainilla como técnica no invasiva para ahuyentar a los lobos del ganado y reducir los daños que les ocasionan. 

Esta búsqueda de convivencia posible genera esperanza y este es mi deseo para el año nuevo, que la relación entre todas las especies animales del planeta sea ética y que su reflejo en las crónicas de este periódico no nos hagan sentirnos avergonzados de los comportamientos de nuestros vecinos. Feliz 2025.