Convivir en este verano

10/07/2022 - 11:29 Pedro Villaverde Martínez

La conviencia ahora nos parece especialmente importante, aunque extraordinariamente complicada, ante la llegada de un verano con recuperación total de sus fiestas y al tiempo una pandemia que no ha pasado. 

Hemos escrito muchas veces de la convivencia como algo necesario para seguir la buena marcha entre unos y otros, apelando siempre a ella como algo vital en las relaciones humanas y ahora nos parece especialmente importante,  aunque extraordinariamente complicado, ante la llegada de un verano con recuperación total de sus fiestas y al tiempo una pandemia que no solo no ha pasado sino que se extiende como la polvorilla, aunque parezca que como poco más que un catarro. Además, nos informan de que las fiestas de la capital tendrán lugar en el centro de la misma con lo que el ruido y las molestias que un día hicieron que fueran sacadas de aquí volverán a generar incidencias entre los vecinos que requieren descanso por cualquier circunstancia y aquellos, como hombres lúdicos que somos, que buscan la diversión propia de cualquier festejo y más aún, si cabe, cuando llevan dos años sin celebrarse. Convivir es tan fácil algunas veces como casi imposible en otras. 

  Nuestro comentario hoy quiere hacerse eco de lo difícil que resulta conjugar los deseos y aspiraciones de unos con las necesidades de otros. Es tan difícil la convivencia como necesaria. Deseamos que la sociabilidad sea la que se imponga y no los estragos que podría causar el virus ante las multitudes que implican los grandes actos de fiestas y que ciertamente, tal vez por mayores, nos preocupan. Conocemos de bastantes casos que están pasando la enfermedad, muchos medio bien, pero otros no tanto, no lo obviemos.  Cierto que cada uno de nosotros somos distintos…pero no menos cierto que todos somos iguales. Ojala que la inteligencia que todos tenemos sea la que permita vivir este tiempo de verano en paz y con respeto entre todos. Y con estos mimbres iniciamos un mes de julio que ya supone la entrada definitiva en ese verano siempre querido.