Debate del Estado de la Región

02/11/2018 - 12:06 Redacción

Sobran enfrentamientos y falta voluntad de escucharse y entenderse, tal vez ya por esa cercanía de las urnas. 

Los días de debate en las  Cortes de Castilla-La Mancha han puesto de manifiesto las tablas parlamentarias de un presidente con mucho bagaje político, un buen trabajo que defender, un proyecto por delante no sólo para afrontar lo que queda de legislatura sino los años futuros y en particular el cumplimiento de los compromisos adquiridos durante el Debate de Investidura que alcanzan un grado de ejecución del 83% sobre un total de  919 objetivos.  A lo largo de este tiempo el presidente regional ha seguido la hoja de ruta que marcó y ha ido satisfaciendo las expectativas en su gobierno depositadas, resaltando, en lo que a la provincia se refiere, los avances en la ampliación del Hospital y en la construcción del nuevo campus, infraestructuras demasiado dilatadas en el tiempo y que los ciudadanos ya no podemos entender que no se finalicen, y su firme defensa del agua recurriendo los trasvases y manteniendo la misma postura frente al Gobierno central con independencia de su signo político, no dudando en mostrar su disconformidad con el ejecutivo de Sánchez. En la conveniencia de consensuar  políticas, de alcanzar la unidad, en materia de agua, fue de lo poco en que coincidió con su principal rival político, Francisco Núñez, que se estrenó en estas lides de la contienda en la Cámara evidenciando una menor experiencia y con un contenido, como en general en el desarrollo de las sesiones, propio de un escenario preelectoral, en el que los distintos grupos fijaron sus posiciones y ni siquiera fueron capaces de dar luz verde a ninguna de las veinte resoluciones presentadas porque en ningún caso votaron dos grupos a favor de alguna. Sobran enfrentamientos y falta voluntad de escucharse y entenderse, tal vez ya por esa cercanía de las urnas. Tampoco pareció tener mucha receptividad la invitación del presidente a llegar a acuerdos en materias importantes. Lo mejor fue la imagen de un Gobierno sólido y firme que avanza en todos los campos y ofrece soluciones a los distintos problemas, así como la realización de varios anuncios que se harán realidad en próximas fechas y que se traducen en avances sociales y recuperación de derechos que se fueron perdiendo por la crisis. Ahora confiamos en que los grandes proyectos que poco han avanzado en estos años vean la luz.