Desarticulada una banda que robaba a personas mayores a la salida de los bancos
01/10/2010 - 09:45
Por: Redacción
AZUQUECA DE HENARES
A los nueve detenidos se les imputa 28 delitos, en la localidad, Toledo y Madrid
Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Equipo de Policía Judicial de Villaviciosa de Odón, desarticularon un grupo integrado por nueve personas de origen colombiano de una misma familia especializado en robos y hurtos a personas, generalmente de avanzada edad y embarazadas, a la salida de entidades bancarias.
Hasta el momento se les imputan 28 hechos delictivos de esta índole, cometidos en Azuqueca de Henares, Illescas (Toledo), y en las localidades madrileñas de Villaviciosa, Boadilla del Monte, Majadahonda, Villanueva de la Cañada, Madrid y Pozuelo de Alarcón.
El comandante jefe de la Policía Judicial de la Comandancia madrileña, Javier Rogero, explicó que la investigación comenzó el junio, tras detectar los agentes que se habían interpuesto varias denuncias por robos con violencia perpetrados a las salidas de entidades bancarias de la zona noroeste de la región. Estos hechos propiciaron el comienzo de la oportuna investigación policial, por lo que se inició un minucioso estudio de todos los hechos que se iban localizando, que permitían desentrañar la maraña delictiva creada por esta familia.
Con la información conseguida, los agentes lograron averiguar que los ahora detenidos utilizaban para sus desplazamientos vehículos de alquiler, que en numerosas ocasiones no eran devueltos.
Maestros del timo
Este clan utilizaba diversos modus operandi para la comisión de estos hechos. Tres o cuatro personas se desplazaban en un coche al entorno donde cometían los robos, cerca de entidades bancarias en horario de oficinas. Si no habían tenido éxito, se desplazaban por la tarde a centros comerciales para cometer los mismos delitos.
Según el comandante Juan Manuel Salgado, en unas ocasiones utilizaban el descuido. Entraban en entidades bancarias y centros comerciales y, aprovechando el descuido de clientes y empleados, robaban las cantidades de moneda en efectivo que tenían a su alcance.
En otras ocasiones cometían el robo por el conocido como método del cogotazo. Primero una mujer bien vestida o un hombre en traje entraban en el banco y se demoraban en realizar todo tipo de gestiones, un tiempo que realmente aprovechaban para marcar a la víctima, una persona que había realizado reintegros importantes de cantidades de dinero en efectivo (3.000, 5.000 e incluso en una ocasión hasta 30.000), que era asaltada ya en la calle. Otro método que utilizaban era el pinchazo, en el que, tras seleccionar a la víctima, la seguían hasta su vehículo, donde procedían a pincharle una rueda, ofreciéndose posteriormente a ayudarla, momento que aprovechaban para sustraer el dinero que había extraído de la sucursal bancaria y todo objeto de valor que encontraban en el coche. Si no podían pincharle la rueda, le arrojaban chinchetas delante de su vehículo.
Otra novedad del clan era el que han denominado método siembra, consistente en arrojar monedas o billetes al suelo. Cuando la víctima se agachaba para recoger el dinero, temiendo que era suyo, era abordado. Aunque no era una banda caracterizada por su agresividad, era muy activa y no dudaba en utilizar la violencia para la comisión de los delitos.
Envíos al país de origen
La mayor parte del dinero obtenido, que podría ascender a 100.000 euros (sólo en los 28 hechos esclarecidos) era remitido por giro a su país de origen en pequeñas cantidades en transferencias bancarias y euroenvíos para no dejar rastro.
Además, la Benemérita investiga si se les puede atribuir otros robos y hurtos en las provincias de Málaga, Valencia, Alicante y Murcia, ya que algunas descripciones concuerdan con las características físicas de los detenidos. Por tanto, la investigación continúa abierta pudiendo ser este grupo ya desarticulado el autor de 100 robos por los procedimientos anteriormente descritos.
El comandante jefe de la Policía Judicial de la Comandancia madrileña, Javier Rogero, explicó que la investigación comenzó el junio, tras detectar los agentes que se habían interpuesto varias denuncias por robos con violencia perpetrados a las salidas de entidades bancarias de la zona noroeste de la región. Estos hechos propiciaron el comienzo de la oportuna investigación policial, por lo que se inició un minucioso estudio de todos los hechos que se iban localizando, que permitían desentrañar la maraña delictiva creada por esta familia.
Con la información conseguida, los agentes lograron averiguar que los ahora detenidos utilizaban para sus desplazamientos vehículos de alquiler, que en numerosas ocasiones no eran devueltos.
Maestros del timo
Este clan utilizaba diversos modus operandi para la comisión de estos hechos. Tres o cuatro personas se desplazaban en un coche al entorno donde cometían los robos, cerca de entidades bancarias en horario de oficinas. Si no habían tenido éxito, se desplazaban por la tarde a centros comerciales para cometer los mismos delitos.
Según el comandante Juan Manuel Salgado, en unas ocasiones utilizaban el descuido. Entraban en entidades bancarias y centros comerciales y, aprovechando el descuido de clientes y empleados, robaban las cantidades de moneda en efectivo que tenían a su alcance.
En otras ocasiones cometían el robo por el conocido como método del cogotazo. Primero una mujer bien vestida o un hombre en traje entraban en el banco y se demoraban en realizar todo tipo de gestiones, un tiempo que realmente aprovechaban para marcar a la víctima, una persona que había realizado reintegros importantes de cantidades de dinero en efectivo (3.000, 5.000 e incluso en una ocasión hasta 30.000), que era asaltada ya en la calle. Otro método que utilizaban era el pinchazo, en el que, tras seleccionar a la víctima, la seguían hasta su vehículo, donde procedían a pincharle una rueda, ofreciéndose posteriormente a ayudarla, momento que aprovechaban para sustraer el dinero que había extraído de la sucursal bancaria y todo objeto de valor que encontraban en el coche. Si no podían pincharle la rueda, le arrojaban chinchetas delante de su vehículo.
Otra novedad del clan era el que han denominado método siembra, consistente en arrojar monedas o billetes al suelo. Cuando la víctima se agachaba para recoger el dinero, temiendo que era suyo, era abordado. Aunque no era una banda caracterizada por su agresividad, era muy activa y no dudaba en utilizar la violencia para la comisión de los delitos.
Envíos al país de origen
La mayor parte del dinero obtenido, que podría ascender a 100.000 euros (sólo en los 28 hechos esclarecidos) era remitido por giro a su país de origen en pequeñas cantidades en transferencias bancarias y euroenvíos para no dejar rastro.
Además, la Benemérita investiga si se les puede atribuir otros robos y hurtos en las provincias de Málaga, Valencia, Alicante y Murcia, ya que algunas descripciones concuerdan con las características físicas de los detenidos. Por tanto, la investigación continúa abierta pudiendo ser este grupo ya desarticulado el autor de 100 robos por los procedimientos anteriormente descritos.
