Descubren que el gran tiburón blanco se camufla para cazar a las focas
12/12/2011 - 10:56
Un nuevo estudio publicado en la revista científica 'Marine Biology Research' ha demostrado cómo el gran tiburón blanco puede camuflarse para acechar y cazar a sus presas, principalmente focas, gracias a nuevas técnicas de óptica subacuática.
Este nuevo trabajo, que examina la interacción "compleja y dinámica" entre los tiburones blancos y la foca del Cabo, en False Bay (Sudáfrica), ofrece así nuevas perspectivas sobre las condiciones físicas y los factores biológicos que subyacen a la interacción depredador-presa en el medio marino.
El doctor de la Escuela Rosenstiel de Marina y Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Miami, Neil Hammerschlag, y un colaborador de la Universidad de British Columbia, han descrito en este estudio cómo los tiburones se camuflan mientras acechan a su presa desde abajo.
Así, señalan que las condiciones de poca luz, por la dispersión óptica de la luz a través del agua, junto con el color gris oscuro del tiburón y el hábitat rocoso del arrecife, permiten a los tiburones no ser detectados por las focas que nadan en la superficie.
"La interacción depredador-presa en el océano rara vez es observada por los seres humanos", explica el director del Programa de Conservación Marina RJ Dunlap, en la Universidad de Miami, Hammerschalg, quien añade que la alta frecuencia de ataques de tiburones blancos a focas en el lugar de estudio, al sur de África, ofrece una "oportunidad única" para descubrir nuevas características sobre la relación depredador-presa.
En este sentido, el trabajo refleja también que los tiburones suelen buscar, perseguir y atacar a sus presas desde abajo; además, la gran mayoría de los ataques de tiburones a focas del Cabo ocurren cuando éstas nadan juntas en pequeños grupos formados por miembros jóvenes. La actividad depredadora de los tiburones es más intensa durante las dos primeras horas tras el amanecer, y disminuye a medida que una mayor cantidad de luz penetra en el agua.
"El sigilo y las emboscadas son elementos clave en la estrategia depredadora del tiburón blanco", afirma Hammerschlag. Por otro lado, las focas del Cabo de también tienen técnicas especiales para detectar, evitar y, en algunos casos, dañar al tiburón blanco para evitar ser devoradas.
Según los autores, si el primer ataque del tiburón no daña a la foca, ésta puede usar su pequeño cuerpo, altamente maniobrable, para saltar fuera de las mandíbulas del tiburón y evitar, así, un segundo ataque.
El doctor de la Escuela Rosenstiel de Marina y Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Miami, Neil Hammerschlag, y un colaborador de la Universidad de British Columbia, han descrito en este estudio cómo los tiburones se camuflan mientras acechan a su presa desde abajo.
Así, señalan que las condiciones de poca luz, por la dispersión óptica de la luz a través del agua, junto con el color gris oscuro del tiburón y el hábitat rocoso del arrecife, permiten a los tiburones no ser detectados por las focas que nadan en la superficie.
"La interacción depredador-presa en el océano rara vez es observada por los seres humanos", explica el director del Programa de Conservación Marina RJ Dunlap, en la Universidad de Miami, Hammerschalg, quien añade que la alta frecuencia de ataques de tiburones blancos a focas en el lugar de estudio, al sur de África, ofrece una "oportunidad única" para descubrir nuevas características sobre la relación depredador-presa.
En este sentido, el trabajo refleja también que los tiburones suelen buscar, perseguir y atacar a sus presas desde abajo; además, la gran mayoría de los ataques de tiburones a focas del Cabo ocurren cuando éstas nadan juntas en pequeños grupos formados por miembros jóvenes. La actividad depredadora de los tiburones es más intensa durante las dos primeras horas tras el amanecer, y disminuye a medida que una mayor cantidad de luz penetra en el agua.
"El sigilo y las emboscadas son elementos clave en la estrategia depredadora del tiburón blanco", afirma Hammerschlag. Por otro lado, las focas del Cabo de también tienen técnicas especiales para detectar, evitar y, en algunos casos, dañar al tiburón blanco para evitar ser devoradas.
Según los autores, si el primer ataque del tiburón no daña a la foca, ésta puede usar su pequeño cuerpo, altamente maniobrable, para saltar fuera de las mandíbulas del tiburón y evitar, así, un segundo ataque.