Detenidas dos personas por estafar a más de 20 ancianos en varios lugares, entre ellos Guadalajara

 

  Desde el pasado año, y tras la denuncia de una persona de 82 años en el Puesto de Collado Villalba donde la víctima relataba que se le había acercado un hombre haciéndose pasar por compañero de trabajo de su hijo, alegando que el mismo había tenido un accidente y que necesitaba de forma urgente dinero, accediendo finalmente a las peticiones, y dándose cuenta que había sido una estafa cuando logró hablar con su hijo.

 

  Este hecho, motivaba que los integrantes del Área de Investigación, iniciándose un cruce de datos con todas las Unidades integradas en al Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, localizando varios hechos similares que se llevaban cometiendo de forma intermitentes desde 2008. A partir de este momento se inició una ardua tarea de investigación, destinada a lograr identificar a los autores de estos hechos, y de localizar a las posibles víctimas de las estafas, resultando que algunas de estas personas estafadas ya habían fallecido. Finalmente la investigación dio sus frutos, al ser reconocidos los estafadores por varias de las víctimas, y a partir de aquí la tarea de los agentes se centró en su localización, lográndolo en fechas recientes en una población ubicada en Toledo.

 

  Si bien su localización no ha estado exenta de dificultades, pues se les había ubicado en zonas tan dispares como Plasencia, Burgos, Badajoz, Guadalajara y finalmente en un pueblo de Toledo. Fruto de las arduas investigaciones se han logrado las detenciones de R.G.M. y de F.R.S ,de 40 y 46 años de edad, con numerosos antecedentes por hechos similares y vecinos de Madrid.

 

  De la lotería, a los accidentes familiares: A lo largo de los dos años de investigación, y tras las entrevistas llevadas a cabo por los Agentes del Área de Investigación de Collado Villalba, se ha podido determinar que los autores de los hechos, utilizaban distintas argucias para lograr sus objetivos. En ocasiones han utilizado el famoso cupón premiado de la lotería para que el anciano le diera el dinero y que posteriormente cobrara el cupón "no premiado".

 

  Otras veces se hacían pasar por coleccionistas y se dirigían a su longeva víctima exigiéndoles primero un pago en depósito para que ellos pudieran vender las obras y que luego se lo devolverían. E incluso, como en el caso que motivó la apertura de la operación, fingiendo ser un amigo familiar, exigiendo un dinero para sacar de un apuro o situación complicada al ser querido del estafado. Todas la víctimas eran personas de avanzada edad, muchas de ellas impedidas, con escasos ingresos, y su habitat era preferiblemente en zonas rurales.