Detienen a 13 integrantes de una red especializada que robó en 14 pueblos

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: F.C.V. GUADALAJARA
SUCESOS
Los autores inutilizaban sistemas de seguridad para acceder a los establecimientos
El Grupo de Delitos contra el Patrimonio de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de Guadalajara, en el marco de la Operación Piedra, ha detenido a 13 integrantes, de nacionalidad rumana, pertenecientes a una red especializada en robos con fuerza cometidos en bares, restaurantes, hostales, estancos, supermercados y viviendas situadas en las provincias de Guadalajara y Madrid. De ellos, siete ya están en prisión.
En concreto, en la provincia cometieron 22 delitos en las localidades de Trillo, Espinosa de Henares, Matillas, Durón, Valdeaveruelo, Villanueva de Alcorón, Illana, El Casar, Galápagos, Albalate de Zorita, Chiloeches y Escariche, así como en las urbanizaciones de El Clavín y Valdeluz. En la provincia de Cuenca se les imputan nueve actos delictivos en las localidades de Villar de Domingo García, Cañamares, Valdeolivas y Albalate de Nogueras. Otros dos fueron perpetrados en los municipios madrileños de Talamanca de Jarama y Valdepiélagos. La subdelegada del Gobierno, Araceli Muñoz de Pedro, expresó su felicitación a los agentes debido a que ha fructificado con éxito una operación que sido producto de un proceso “difícil” y aseguró que las investigaciones prosiguen y no se descarta el esclarecimiento de nuevos delitos. El comandante jefe de la Comandancia de Guadalajara, José Luís Diaz, destacó la eficacia de un dispositivo que, no sólo ha esclarecido los delitos perpetrados, sino que ha permitido la detención de sus autores.
Las operaciones comenzaron el pasado mes de septiembre de 2009, tras la comisión de varios robos con fuerza en bares, restaurantes, tiendas, hostales y estancos. Estos robos tenían un nexo común: los presuntos autores inutilizaban los sistemas de alarma de los establecimientos usando procedimientos químicos, tales como el uso de espuma expansiva. Al tiempo bloqueaban las puertas de viviendas y locales anexos para impedir la irrupción de testigos mientras se estaba produciendo el hecho delictivo, o arrojaban piedras a las ventanas de las casas de los vecinos que se despertaban y se asomaban alertados por el ruido para evitar que pudiera haber testigos de los hechos, de ahí el nombre que adoptó el dispositivo, Operación Piedra. De la misma forma, tras el robo permanecían un tiempo en el monte hasta que tuvieran conocimiento por sus contactos de que la huida hasta Guadalajara pudiera ser segura. Previamente se cambiaban de ropa para evitar que pudieran ser reconocidos y la antigua la dejaban escondida en el campo. Los integrantes del grupo se desplazaban a las localidades o zonas geográficas elegidas, generalmente de madrugada, en las que realizaban reconocimientos previos de los establecimientos seleccionados.
Cuando se producía la sustracción, siempre con nocturnidad y sin atentar contra las personas, mientras que uno de los componentes robaba, se desplegaban varios puntos de vigilancia y contravigilancia, con el objeto de que no pudieran ser sorprendidos por los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
En la madrugada del pasado 16 de octubre de 2009, y a raíz de un robo cometido en un bar de la localidad de Durón, la Guardia Civil de Guadalajara estableció un operativo policial desarrollado en distintas vías de comunicación de la provincia, a través del cual se procedió a la identificación de una persona sospechosa de estar implicada en el robo mencionado con anterioridad. Ante la sospecha de que esta persona pudiera estar conectada con la banda delictiva, el Grupo de Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial llevó a cabo las correspondientes investigaciones y averiguaciones respecto del entorno del sospechoso, obteniendo paulatinamente la identidad de diversos miembros del grupo organizado, que él mismo lideraba.
Una vez identificados todos los miembros del grupo, el pasado 19 de enero se procedió a la entrada y registro en dos viviendas de Guadalajara, en la calle Ferial, y otra en la localidad de Yebes, en Valdeluz, que se saldó con la detención de 13 personas y la recuperación de parte de los efectos sustraídos.
En los diferentes registros se hallaron, entre otros efectos robados, multitud de cajetillas de tabaco de distintas marcas comerciales; efectos informáticos, de imagen y sonido y fotográficos; piezas de relojería, relojes, abundante moneda fraccionaria; pasamontañas, herramientas, ropas, guantes o prismáticos para la comisión de los delitos; teléfonos móviles, así como dos turismos. Todos ellas son piezas que, como indicó la subdelegada del Gobierno, Araceli Muñoz, tenían una salida fácil y rápida en el mercado negro.