Día de la Mujer

08/03/2019 - 20:26 Pedro Villaverde Embid

Debemos felicitarnos como sociedad porque cada vez somos algo más igualitarios pero no será suficiente hasta conseguir el empate que nos permita convivir y compartir en un mismo plano.

Hoy, viernes, 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer, una fecha más para tomar conciencia de lo que queda por avanzar para conseguir una vida en igualdad tras reparto de roles diferenciados desde que el mundo es mundo y después de conseguir numerosos logros, primero sobre el papel, pues durante mucho tiempo ni siquiera se permitía votar a la mujer, realizar una operación bancaria sin autorización marital o paternal o en el mundo árabe, ni conducir. Naciones Unidas y los distintos textos constitucionales reconocieron esa paridad y variadas han sido las normativas en desarrollo de estos principios generales. 

En el día a día hemos logrado que nadie se extrañe cuando una mujer preside un equipo de fútbol o un Gobierno, dirige un partido como árbitro con equipos masculinos, lleva el taxi, un camión o una grúa o es la Guardia Civil o Policía que presta un servicio al ciudadano o practica una detención. Seguimos celebrando, porque es fiesta tradicional y parte de nuestra cultura, las águedas como forma de poner en valor la relevancia en cualquier faceta de la vida pública de una fémina, ya no por resultar extraño que ocupen una alcaldía. Debemos felicitarnos como sociedad porque cada vez somos algo más igualitarios pero no será suficiente hasta conseguir el empate que nos permita convivir y compartir en un mismo plano,cobrar el mismo sueldo por un mismo trabajo, esforzarnos de igual forma para acceder a un puesto público o en una empresa donde todavía a los más altos cargos directivos o consejos de administración les cuesta más llegar a nuestras compañeras, sacrificarnos o disfrutar, según lo veamos, del cuidado de los pequeños o los mayores de cada casa con la misma responsabilidad y dedicación en función de las circunstancias de cada hogar. Poco a poco, sin dar pasos atrás, sin excesivas alharacas que pueden ser contraproducentes. Salgamos a la calle hoy todos- algunos nunca escribiremos ni hablaremos con el todas porque ya somos de pensamiento inclusivo, creemos en el ahorro del lenguaje y lo consideramos innecesario- esta tarde, y vayamos mañana a la biblioteca al acto institucional para manifestar nuestro deseo de igualdad, que es de justicia y sentido común.