Diputación lleva La Ruta de las Botargas a los centros escolares de la provincia

A poco más de un mes para que salga la primera botarga de este invierno, que será, como siempre la de Tórtola, en la mañana de Nochebuena, niños de doce colegios de nuestra provincia están descubriendo, en muchos casos, quién es ese personaje que sale en su pueblo o el de al lado y corre detrás de ellos haciendo sonar sus cascabeles y cencerros, cachiporra en mano, por ejemplo. Gracias a La Ruta de las Botargas, impulsada por la Diputación provincial y el colectivo La Tradición Oral, los más pequeños están recibiendo unas clases muy especiales de historia local y provincial. 

“Bajo el nombre Máscaras y Botargas, hemos  puesto en marcha una serie de talleres didácticos destinados al alumnado de Educación Primaria” que recorrerán diferentes centros escolares de la provincia para explicar qué es una botarga, cuáles son sus características, dónde y cuándo las pueden ver...”, explica Isabel Nolasco, presidenta de La Tradición Oral y una de las ‘botargas’ que visita a los escolares. 

El taller, del que ya han podido disfrutar en Torija, los niños del Colegio Virgen del Amparo, se realiza de forma gratuita, en horario lectivo e incluye reparto de material ‘botarguil’ y una animación especial, con La Botarguilla y el Tío Tararura. Nolasco está muy entusiasmada en cómo están recibiendo estas clases tan especiales los alumnos y lamenta que el folklore sea “una de las apuestas curriculares más descuidadas en nuestra provincia”.

La Ruta de las Botargas incluye  también a Albalate de Zorita, Almonacid de Zorita, Cogolludo, Espinosa de Henares, Illana, Jadraque, Mandayona , Mondéjar, Sacedon, Tórtola de Henares  y Valdepeñas de la Sierra. Inicialmente, según aseguran, iban a ser diez los colegios que formarían parte de este calendario, pero, tal ha sido la acogida que se ha ampliado a dos más. “Al año que viene habrá que ampliar”, comenta Isabel Nolasco, que volverá a Torija en diciembre para pregonar el popular certamen de rondas navideñas. 

Hasta el 18 de noviembre no cesarán las clases botarguiles para los alumnos de nuestros pueblos y, después, llegarán las clases prácticas con todas las salidas de la botargas, hasta el mes de septiembre. “Es una actividad que estimula al alumnado y ayuda a gestionar las emociones. Hay quien ríe, quien llora... pero todos disfrutan mientras aprenden. Hemos creado contenidos atractivos y muy visuales que sorprenden allá donde vamos”, concluye Nolasco.