Doble protesta de los agricultores y ganaderos castellano-manchegos
Los agricultores y ganaderos castellano-manchegos se movilizan por partida doble para reivindicar medidas urgentes que garanticen la rentabilidad de las explotaciones. Así, convocados por las organizaciones agrarias nacionales ASAJA y COAG, el lunes se concentrarán frente al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para mostrar, entre otras cuestiones, su absoluto rechazo al acuerdo de MERCOSUR. Y el martes lo harán en Toledo, en la céntrica Plaza de San Vicente, a partir de las 11:00 h. de la mañana, convocados por ASAJA Castilla-La Mancha.
Según ha explicado el presidente de la organización regional, José María Fresneda, las reivindicaciones de la última oleada de manifestaciones que comenzaron a finales de 2023 y principios de 2024 "siguen estando vigentes porque el paquete de medidas que impulsó después el Ministerio de Agricultura ha sido claramente insuficiente y el tiempo nos ha dado la razón”.
Ahora, además, suman una amenaza aún más "inquietante" para el sector agrario y ganadero como es la proliferación de acuerdos de libre comercio de la UE con terceros países, entre los que destaca el de Mercosur. “Un acuerdo que ha contado con el apoyo de España y del propio ministro de Agricultura, haciendo oídos sordos de las advertencias de los agricultores y ganaderos”.
Según indican, las importaciones llegan con precios por debajo de costes de producción y sin cumplir con las mismas normativas que las producciones comunitarias. “Basta con ver cómo Brasil ha reconocido que no puede garantizar que la carne que exporta a la UE no esté producida con hormonas de crecimiento, prohibidas en Europa. El impacto que esto tiene en la agricultura y la ganadería española es muy grave”, ha criticado Fresneda.
Por ello, desde la organización agraria exigen controles más estrictos sobre la trazabilidad, calidad y volumen de las importaciones, así como aranceles disuasorios y la aplicación de las cláusulas espejo. “No estamos en contra ni del comercio ni de los acuerdos internacionales, si no de que a los países terceros no se les pidan los mismos requisitos de producción. Es una hipocresía que a nosotros nos impongan exigencias medioambientales, de seguridad alimentaria, de sanidad y bienestar animal… y, a la vez, se cierren tratados con países que permiten la entrada de productos sin ninguna garantía y poniendo en riesgo la soberanía alimentaria”.
CONCENTRACIÓN 17 DICIEMBRE EN TOLEDO
Tras la concentración en Madrid, los agricultores y ganaderos castellano-manchegos, convocados por ASAJA CLM, protestarán el martes 17 de diciembre en Toledo, frente a la sede provisional de la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha, a las 11:00, bajo el lema “Si el campo no produce, la ciudad no come”.
Además del rechazo a MERCOSUR y a la competencia desleal que se produce con las importaciones de terceros países, los agricultores y ganaderos castellano-manchegos piden medidas que mejoren la rentabilidad de sus explotaciones y garanticen la soberanía alimentaria.
En esta línea, la organización reclama una mayor vigilancia en el cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria, ya que los productores reciben precios por debajo de los costes de producción que, desde 2020, se han visto incrementados en un 60%.
La exigencia de unos precios justos viene acompañada de la creación de un observatorio de costes que aporte transparencia al mercado y facilite la negociación con los operadores comerciales. Una demanda que, según explica ASAJA CLM, está costando mucho ponerla en marcha sin saber el por qué.
Además, solicitan una Estrategia Nacional de Producción Agraria que limite la especulación en los precios de insumos, supervise los oligopolios y establezca medidas fiscales de apoyo al sector.
Por otro lado, demandan una reforma del sistema de seguros agrarios para que proteja realmente las rentas de los agricultores ante las adversidades climáticas y las enfermedades animales sobrevenidas. Un sistema que no expulse a los asegurados con tarifas tan altas o penalice por siniestros que no se pueden ni prever ni controlar.
Asimismo, piden un etiquetado claro que informe a los consumidores sobre el origen y las condiciones de producción de los alimentos, garantizando transparencia y trazabilidad en el mercado.
En materia de agua, demandan infraestructuras, mejorar la gestión del recurso hídrico y un criterio científico unificado sobre la disponibilidad de agua para la elaboración de los planes hidrológicos, priorizando a los jóvenes. Exigen un replanteamiento de la función y misión de las Confederaciones Hidrográficas, así como la resolución de los expedientes pendientes que llevan años sin resolver, gestionados a golpe de restricciones y sanciones.
Por último, exigen reducir trámites y tiempos burocráticos para que las ayudas lleguen de forma ágil y eficiente. Es fundamental reducir la complejidad de las normativas agrarias y ganaderas ajustándolas a la realidad del campo, evitando imposiciones que generen pérdidas, despoblación y pongan en riesgo la soberanía alimentaria.