Don Apóstol de Castilla

23/04/2023 - 13:06 José Serrano Belinchón

Se trata de un personaje real perdido en la leyenda, miembro al parecer de la familia de los Mendoza de Guadalajara, del que se cuenta que en cierta ocasión asistió a los toros, que ya en su tiempo se corrían en Sacedón con motivo de sus fiestas mayores.

Se trata de un personaje real perdido en la leyenda, miembro al parecer de la familia de los Mendoza de Guadalajara, del que se cuenta que en cierta ocasión asistió a los toros, que ya en su tiempo se corrían en Sacedón con motivo de sus fiestas mayores. Allí, cuenta la tradición, que abusando de su condición y nobleza de linaje, se propasó con una linda mozuela del lugar. Todo Sacedón se levantó contra aquella manifiesta villanía, por lo que el caballero estimó prudente huir a caballo, a todo correr, hacia Guadalajara, en compañía del escudero que, de manera servil, le acompañaba. Cuentan que al llegar al enriscado estrecho de las Entrepeñas, los mozos de la villa se hicieron presentes a la espera, saliendo por un atajo que solo los de su pueblo solían conocer. Una vez allí, empujados por un ardiente deseo de venganza, le amenazaron con sus ballestas cerrándole el paso. Al mancebo le fue imposible volver atrás sin ver afrentada su condición de noble capitalino; girar el caballo para escapar por aquellos angostos, le era todavía más difícil, por lo que creyó conveniente arremeter contra aquella juventud embravecida, que no dudó responder a la afrenta echando mano de sus ballestas. El caballo y el caballero cayeron despeñados a precipicio, donde las aguas del río arrastraron su cuerpo malherido. Años después, y en recuerdo, alguien dejo grabado sobre la lisa superficie de las peñas una copla, lamento de su propia madre, y que decía así:
Don Apóstol de Castilla.
¡Hijo de mi corazón!
    ¡Qué caros que te han costado los toros 
de Sacedón
!
Lo refiere José María Cuadrado en su libro Guadalajara y Cuenca, recogido del decir popular, hace 160 años en la propia villa de Sacedón.