Dos buenos entre tanto imposible

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Ferias y Fiestas/ Primera de abono
Juan Millán fue el vencedor del Bolsín Taurino
Ayer dio comienzo la feria taurina de la Antigua 2008. Sin duda una feria triste por el futuro derribo de Las Cruces. El primer festejo estuvo protagonizado por los que más van a echar de menos el recinto taurino, los alumnos de la Escuela Taurina. El ganado reseñado para el festejo no dio el juego esperado y dio al traste con las ilusiones de tres de los participantes. Sin embargo salieron dos novillos con posibilidades. Uno lo aprovechó Juan Millán para triunfar y otro Antonio Molina para dejar patente su oficio y su empaque. Sin embargo el triunfador moral de la tarde, y segundo clasificado, Saul Jiménez demostró que quiere ser torero y desarrolló una faena de triunfo ante un rival con todas las taras para llegar a ser bravo.
Abrió la tarde el alumno de Guadalajara, Victor Fuentes. Se encontró con un novillo que le probó siempre. Fuentes no pudo acoplarse en ningún momento aunque si que tuvo ganas desde el principio. No en vano recibió a su eral de espaldas en los medios con una gaonera invertida. Con la muleta comenzó dominándolo doblándose para llevarlo al tercio. No logró ligar tandas rotundas aunque si dejó muletazos interesantes con la diestra. Al natural fue imposible. Para acabar con sus ilusiones pasó un quinario con la espada tras fallar repetidamente con un animal que no le dio facilidades.
El segundo de la tarde fue para el salmantino, Ángel Manuel Bravo. Su novillo fue de más a menos y sólo le dejó lucirse con el capote y en una serie con cada mano. Luego el eral de Agustinez se vino abajo y se orientó rapidamente. Unas manoletinas para cerrar demostraron su arrojo pero al igual que su primer compañero las espadas no estuvieron afiladas ayer.
El malagueño Saúl Jiménez saludo lidiador al eral que menos fuerza tuvo y que no tenía ninguna condición para sacar algo positivo. Sin embargo a base de tragar y ponerse en el sitio fue amoldando al animal a su toreo. Las tres últimas tandas fueron de gran mérito al natural. De uno en uno provocando y echando los vuelos de la muleta al hocico. Sin duda los más notable de la tarde. Pero nuevamente la espada se cruzó en su camino.
El alumno de la Escuela de Arganda, Antonio Molina se llevó el primer novillo potable del festejo. Se fue a portagayola y luego le recetó otra larga de hinojos en el tercio. A continuación se estiró con cinco verónicas bullidoras, dos chicuelinas y una media de cartel. Sus ganas fueron encomiables y comenzó la faena de muleta con un péndulo en los medios. Las primeras dos tandas con la diestra fueron de acople pero no exentas de nivel. Luego llegarían varias más por ese pitón y otra de naturales de mucha pasión. Acabó con manoletinas pero cuando tenía una merecida oreja en su mano llegó la espada y se la arrebató.
El otro alcarreño de la tarde, Juan Millán tuvo suerte con el ganado y su animal se dejó torear. Se fue a la puerta de chiqueros y a continuación le pegó otra larga cambiada ya en las tablas. Estuvo a gusto a la verónica y acabó con una buena media. Los sacó a los medios para comenzar la faena de muleta con mucha torería y se echó la tela a la zurda. Una serie de naturales y otra más con la diestra sirvieron para calentarse. La mejor serie de su faena fue la quinta, aunque corta con tres derechazos y de pecho, fue rotunda. Acabó con bernadinas y un espadazo de perfecta ejecución que le hizo pasear el anillo con la única oreja de la tarde y a la postre ser el triunfador del quinto bolsin de la ciudad.
Desde una tierra de arte como la sevillana de Camas llegó Esaú Fernández. El espigado torero andalúz es uno de los que más en forma se encuentran de su escalafón. Sin embargo los dos novillos anteriores habían sido un espejismo y el sexto le hizo regresar a la realidad. Después de recibirlo con el capote el burel se paró. Pese a que demostró muchos recursos delante del toro tuvo que machetearlo y coger la espada ya que el novillo se puso imposible para estar delante de él. Un espectáculo al que le faltó el ganado para ser completo y dejar contentos a todos.