Dos empleadas de la Vivienda Tutelada de El Casar deciden confinarse en el centro tras conocer la existencia de un caso positivo entre los mayores

El Coronavirus nos está enseñando la mejor cara de la sociedad española, y la capacidad de empatizar con el vecino. Buena muestra de ello es la decisión de Maribel y Carmen, dos empleadas de la Vivienda Tutelada de El Casar que, tras conocer el primer positivo en la casa, han dado el paso de “quedarnos a cuidar a nuestros mayores y evitar también la entrada y salida de personal arriesgándonos a contagiarnos los unos a los otros”, han explicado.

En el caso de Carmen, ella cuida de su padre dependiente y ha pedido a su hija que “se quede con él estos días, y yo trato de estar en contacto con ellos todo lo que puedo”, ha indicado.

Para Maribel está decisión ha sido totalmente vocacional, ella reside con su perrita “a la que echo de menos, pero sé que estará muy bien cuidada por mi hijo”. 

Desde el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de El Casar han agradecido la disposición de toda la plantilla y “su sentido de responsabilidad, y su compromiso con los residentes en la vivienda” ha comentado Olga Villanueva, edil de Bienestar Social, quien ha añadido que “la situación nos ha llevado a tomar medidas excepcionales y nada de esto sería posible sin la predisposición de Maribel y Carmen y la ayuda de Noemí, del plan de Empleo que nos ayuda a la hora de elaborar las plantillas para hacer el seguimiento del estado de salud de los residentes”.

Entre todos luchan por derrotar al Coronavirus que, actualmente, ha afectado a tres residentes, “son personas que han dado todo por sus familias lo mínimo que podemos hacer nosotras ahora es darlo todo por ellos” han indicado tanto Carmen como Maribel que afirman que “volveríamos a tomar esta decisión porque es nuestro trabajo”.

Estas dos auxiliares se suman así a la larga lista de héroes y heroínas sin capa que estamos encontrado estos días en España.