EA alerta de la gravedad del problema de caza ilegal y la implicación de "determinados sectores"
01/10/2010 - 09:45
Ecologistas en Acción ha denunciado hoy que la Operación Bambi contra la caza furtiva ha puesto de relieve la "gravedad y trascendencia del problema de la caza ilegal" y "la relación directa de determinados sectores cinegéticos que pretenden gozar de prestigio social con el desarrollo de actividades delictivas".
En un comunicado, Ecologistas en Acción ha felicitado a la Guardia Civil por la operación, que ha permitido detener en Madrid, Toledo y Salamanca de doce personas por llevar a cabo cacerías furtivas en diferentes puntos de España, incluido el Parque Nacional de Monfragüe (Cáceres).
Ecologistas en Acción se personará en el proceso judicial abierto por la operación, de cuyo desarrollo ha subrayado "la sólida estructura" de la trama delictiva.
La red "funcionaba de una manera perfectamente coordinada con una parte dedicada a captar potenciales clientes, otra parte dedicada a organizar las cacerías en toda España y una red de contactos sobre el terreno que se encargaba de garantizar las piezas a abatir", según la organización.
Ecologistas en Acción también ha puesto el acento en la gravedad de los daños medioambientales ocasionados en las cacerías, donde se cazaban especies protegidas como el lobo, la avutarda o la lechuza, incluso dentro de algunos espacies protegidos, entre ellos el Parque Nacional de Monfragüe.
Asimismo, ha pedido a las Consejerías de Medio Ambiente de las distintas regiones afectadas por la operación, Castilla-La Mancha, Madrid, Castilla y León y Extremadura, que hagan "una profunda reflexión sobre lo que está pasando en el mundo de la caza".
Ha preguntado la organización "si su política de concesiones constantes ante este sector no está favoreciendo cada día más la existencia de conductas ilegales ligadas al desarrollo de actividades cinegéticas".
Ecologistas en Acción se personará en el proceso judicial abierto por la operación, de cuyo desarrollo ha subrayado "la sólida estructura" de la trama delictiva.
La red "funcionaba de una manera perfectamente coordinada con una parte dedicada a captar potenciales clientes, otra parte dedicada a organizar las cacerías en toda España y una red de contactos sobre el terreno que se encargaba de garantizar las piezas a abatir", según la organización.
Ecologistas en Acción también ha puesto el acento en la gravedad de los daños medioambientales ocasionados en las cacerías, donde se cazaban especies protegidas como el lobo, la avutarda o la lechuza, incluso dentro de algunos espacies protegidos, entre ellos el Parque Nacional de Monfragüe.
Asimismo, ha pedido a las Consejerías de Medio Ambiente de las distintas regiones afectadas por la operación, Castilla-La Mancha, Madrid, Castilla y León y Extremadura, que hagan "una profunda reflexión sobre lo que está pasando en el mundo de la caza".
Ha preguntado la organización "si su política de concesiones constantes ante este sector no está favoreciendo cada día más la existencia de conductas ilegales ligadas al desarrollo de actividades cinegéticas".