El 26 Maratón de los Cuentos cerró con 1.679 participantes y 712 historias narradas (Crónica y galería fotográfica)

Minicuentos narrados por enormes contadores, grandes cuentos contados por mininarradores, fotografías, música en directo, conferencias, ilustraciones, pasacalles, libros, radio... y, sobre todo, un ambiente cultural y de sana convivencia que pocos eventos logran como el Maratón de los Cuentos de Guadalajara. De esta manera podríamos resumir en una ‘mininoticia’ lo acontecido en estas tres jornadas ya que no existe crónica que pueda retratar con exactitud las ilusiones de tantas personas al participar, de uno u otro modo, en el Maratón.
    El viernes arrancaba el 26º Maratón con el alcalde, Antonio Román, narrando una fábula china. El consejero de Educación, Ángel Felpeto, también probaba las mieles del escenario del Maratón recreando su propia narración. En su intervención la directora del evento, Blanca Calvo, recordaba con acierto a la fallecida Elena de la Cruz, consejera de Fomento y exdirectora de la Escuela de Arte, que siempre había apoyado al Maratón y que era una incondicional del mismo.
    Durante su participación el consejero recitó ante una treintena de jóvenes y amantes de las letras el cuento Sufí: Esto también pasará, de Umberto Levagui; y otro cuento popular de su infancia. Felpeto agregó que “tenemos que hacer un esfuerzo mayor para dar a conocer lo que hacemos en nuestra comunidad autónoma”.  “Que un rincón de nuestra región desarrolle una actividad que cuela nuestras fronteras, nos obliga, como Administración, a hacer el esfuerzo de difundirlo, para que el Maratón de Cuentos se convierta en un referente mucho mayor en este mundo de nuestra cultura”, apostilló.

Una edición atípica
Parecía que la ola de calor y el cambio de la ubicación habitual en el Patio de los Leones podría mermar el desarrollo del Maratón pero este evento se reinventa con cada edición. Una gran carpa situada en los jardines del Palacio del Infantado sirvió para dar sombra a participantes y público que, en algunas partes del día, utilizó también las zonas de hierba para sentarse a escuchar o tomar un refrigerio.
    En los alrededores del Palacio se ubicaron también puestos de venta de libros, recuerdos del maratón y otros artículos. También este entorno sirvió para distintas actividades de animación de calle. Además, el maratón extendió sus tentáculos a otros monumentos, ya fueran los jardines del Torreón, la plaza de Santo Domingo, el Teatro Moderno, la Cripta de San Francisco, el Palacio de los Mendoza, el patio del Palacio Provincial de Guadalajara, la Iglesia de los Remedios, Torreón del Alamín, plaza del Jardinillo, Ingeniero Mariño, etc.
    Los primeros ilustradores, lápices en mano, comenzaron a retratar el Maratón, combinando, un año más, imagen con narración oral. Lo mismo hicieron los  fotógrafos de la Agrupación Fotográfica de Guadalajara (AFGU), incansables en su particular maratón de instantáneas. En paralelo Radio Arrebato volvió a dar cuenta, a través de las ondas, de una edición que también fue 2.0. Las redes sociales no pararon de utilizar el hasthag del #26MaratónCuentos tanto en Twitter como en Facebook. Este año se incorporó Instagram con la cuenta @MaratonCuentosG y se organizó un concurso de fotos a través de él con premios de hasta 200 euros y libros gracias a la AFGU.
    Tampoco faltó la música, también clásica, en el Maratón. Durante la tarde del sábado los alumnos del Conservatorio Profesional Sebastián Durón o el Dúo Espejismo interpretaron distintas piezas en la Iglesia de los Remedios.
    También en paralelo el Teatro Moderno volvió a acoger el Festival de Narración Oral, que en su 21ª edición, contó con cuatro actuaciones inspiradas en Oriente. Fueron las de la Compañía Asombras, con un montaje basado en el teatro de sombras; Héctor Urién, con una recopilación de cuentos clásicos de Oriente, Yoshi Hioki, con una sesión de cuentos de Japón, y Natalie Le Boucher, con un espectáculo que funde narración y danza para contar la historia del Ganges, el río sagrado de La India.
    Mención especial merecen los Monucuentos que se celebraron del viernes al sábado  en nueve monumentos de la ciudad y gratuitamente. El Palacio de la Diputación provincial, el Liceo Caracense, la Cotilla, el Museo Francisco Sobrino, el Palacio de Dávalos, la Capilla de Luis de Lucena, la Cripta del Fuerte, el Palacio de los Mendoza o el Casino Principal fueron los espacios escogidos para narrar tanto para público adulto como, en tres de ellos, público  familiar.

El momento final
Y llegado el momento del final (que se retrasó cerca de una hora), los distintos artífices de la organización, especialmente del Seminario de Literatura Infantil y Juvenil, subieron al escenario cuidadosamente decorado con motivos orientales, al hilo de la temática de este año. Allí, la directora del Maratón, Blanca Calvo, recordó, precisamente, la aportación incondicional de la Escuela de Arte a la estética del Maratón y cómo Elena de la Cruz se habría sentido muy orgullosa de ello. La directora tuvo palabras de agradecimiento para todos, ilustradores, contadores, fotógrafos, músicos, Radio Arrebato y, cómo no, oyentes que “a pesar de este calorazo estáis aquí”.
    Calvo reconoció que el de este año ha sido un maratón “un poco más complicado que el de otros años” debido al cambio de ubicación y al intenso calor. Sin embargo, reconoció que se ha podido hacer gracias a la colaboración de todos.  “Muchísimas gracias y un recuerdo a los que ya no están con nosotros”, sentenció la directora acompañada del resto de miembros de la organización. De inmediato dio comienzo, en el zaguán, la interpretación final de la Banda provincial de Música que puso la guinda a lo acontecido durante el fin de semana.