El 67,4% de las bajas laborales no llega a cinco días al año
01/10/2010 - 09:45
El 67,4% de las bajas laborales es inferior a cinco días al año, pese a que la inactividad de las plantillas es el mayor coste denunciado por las grandes empresas, con independencia de los generados por la contratación de mano de obra. Otro 20% del total de las ausencias presenta una duración de entre cinco y 10 días.
En consecuencia, el absentismo laboral en España es un problema de desapariciones cortas.Además, ese absentismo desvela rasgos del carácter de los ciudadanos. Por ejemplo, los trabajadores se muestran bastante intolerantes si sus compañeros faltan al empleo por un dolor de cabeza, de espalda, estrés o gripe, mientras que ven con buenos ojos y sin críticas las bajas generadas por nacimiento de un hijo, larga enfermedad (cáncer o depresión), accidente laboral o conciliación de las vidas personal y profesional.
El alcance del absentismo en el mercado de trabajo se desvela en un informe elaborado por los profesores Carlos Obeso y Anna Laborda del Instituto de Estudios Laborales-Esade. El estudio aborda las percepciones de directivos de empresa y trabajadores y llega a la conclusión de que un 68% del conjunto de ambos colectivos es partidario de afrontar los problemas de la inactividad remunerada, bien con medidas de control y sanción o con políticas positivas.
Crisis y familia
Obeso y Laborda señalaron que la experiencia de otras situaciones de crisis refleja que el absentismo laboral disminuye en épocas de declive económico. El temor a que los trabajadores con mayor número de faltas figuren los primeros en los despidos, expedientes de regulación de empleo u otro tipo de ajuste provoca que los empleados acudan a la empresa enfermos, hecho que a veces supone recaídas y aumenta los días de baja. No obstante, ambos profesores insistieron en que todavía es pronto para saber que está pasando. A partir de las respuestas de los encuestados, el informe recoge que hasta un 70% de las ausencias se justifican por enfermedad, el 10% por accidentes y el resto por cuestión de conciliación.
A criterio de los directores el motivo más frecuente de absentismo son las patologías de corta duración, pero los de más impacto para el funcionamiento de la empresa son la maternidad o paternidad y los accidentes. En el análisis por género, las mujeres se esfuerzan por reducir al mínimo las ausencias por enfermedad o percances unidos a su persona, al ser conscientes de que posteriormente y por motivos de conciliación, como dolencias o malestar de un familiar, tendrán que faltar.
El alcance del absentismo en el mercado de trabajo se desvela en un informe elaborado por los profesores Carlos Obeso y Anna Laborda del Instituto de Estudios Laborales-Esade. El estudio aborda las percepciones de directivos de empresa y trabajadores y llega a la conclusión de que un 68% del conjunto de ambos colectivos es partidario de afrontar los problemas de la inactividad remunerada, bien con medidas de control y sanción o con políticas positivas.
Crisis y familia
Obeso y Laborda señalaron que la experiencia de otras situaciones de crisis refleja que el absentismo laboral disminuye en épocas de declive económico. El temor a que los trabajadores con mayor número de faltas figuren los primeros en los despidos, expedientes de regulación de empleo u otro tipo de ajuste provoca que los empleados acudan a la empresa enfermos, hecho que a veces supone recaídas y aumenta los días de baja. No obstante, ambos profesores insistieron en que todavía es pronto para saber que está pasando. A partir de las respuestas de los encuestados, el informe recoge que hasta un 70% de las ausencias se justifican por enfermedad, el 10% por accidentes y el resto por cuestión de conciliación.
A criterio de los directores el motivo más frecuente de absentismo son las patologías de corta duración, pero los de más impacto para el funcionamiento de la empresa son la maternidad o paternidad y los accidentes. En el análisis por género, las mujeres se esfuerzan por reducir al mínimo las ausencias por enfermedad o percances unidos a su persona, al ser conscientes de que posteriormente y por motivos de conciliación, como dolencias o malestar de un familiar, tendrán que faltar.