El alcalde estrena el nuevo aspecto de Cacharrerías y pide ayuda para el Alcázar

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

El alcalde, Antonio Román, acompañado de algunos de los concejales del equipo de Gobierno, visitó ayer el nuevo aspecto del barrio de Cacharrerías, objeto de unas obras de reforma en los últimos meses que han renovado sus pavimentos, aceras, alumbrado, mobiliario urbano, alcantarillado y otros. Además, se han reordenado las plazas de aparcamiento. In situ, el primer edil subrayó que el aspecto del Alcázar real, presente en la zona, no variará mientras no lleguen inversiones de otras administraciones. “El Ayuntamiento no puede afrontarlas solo”, matizó.
Limpias como una patena y relucientes como quien estrena pavimento y adoquines se encontraban ayer las calles del barrio de Cacharrerías, que recibieron la vista del primer edil de la ciudad, Antonio Román, una vez que han concluido las obras de reforma de sus principales calles.
Este pequeño barrio –delimitado por el Alcázar Real, el Hospital La Merced, la calle Madrid y el barranco del Alamín– ha sido objeto durante los últimos nueve meses de unos trabajos que les han permitido renovar el pavimento, el alumbrado, alcantarillado, el mobiliario urbano y la señalización viaria de las calles Hospital, Merced, Tirso de Molina y Travesía Madrid. Igualmente, se ha procedido a reordenar las plazas de aparcamiento, ganándose alguna más, según Román. Además, la presencia de bolardos en muchos puntos pone ahora complicada la indisciplina de estacionamiento.
La inversión total en esta obra, ejecutada por la empresa Enrique Jiménez, ha sido de 617.000 euros.

Alcázar real
Según detallaba ayer el alcalde, el proyecto de reforma ha permitido recuperar el entorno del Alcázar real, “en concreto los restos urbanos que hay junto al muro” de este monumento, colocando losado y pavimento “para mejorar su aspecto”.
El interior y la estructura del Alcázar es ya otra historia. Después de que durante la pasada legislatura se iniciara un proceso de excavaciones en su interior que permitió su apertura al público –durante los fines de semana–, el actual equipo de Gobierno no siguió adelante con una iniciativa que, entre otras cosas, suponía una fortísima inversión. Ayer mismo, Román reconocía que para sacar de su estado actual –que no gusta a muchos ciudadanos que lo tienen como vecino– lo que hace falta es “invertir más dinero; una gran cantidad de dinero. Hay quien es partidario de hacer un edificio completo con la base de estas ruinas, pero hay otras tendencias de gente que pone en valor estos restos para poder visitados”, opción esta última por la que se optó en la pasada legislatura. “Las inversiones necesarias son muy importantes y el Ayuntamiento solo no puede afrontarlo; con la situación actual no es posible”.