El Alto Tajo, retiro espiritual para una ‘tribu’ que adora el fuego

21/06/2017 - 14:23 M. Martínez

Un recóndito lugar del Alto Tajo se ha convertido en lugar de retiro espiritual y de reencuentro con la Madre Tierra para un numeroso grupo de personas de la Familia Arcoíris, una especie de tribu que predica la vuelta a la naturaleza, practica el nudismo y adora el fuego.

Desde hace unos días, un grupo de personas, que durante los fines de semana puede llegar a 160, permanecen acampadas en un recóndito lugar del Parque Natural del Alto Tajo situado en el término municipal de Checa, en el límite provincial entre Guadalajara y Cuenca. Están en el paraje conocido como barranco del Azagador, un lugar de alto valor ecológico, al lado del río y de difícil acceso. Situado a unos 25 kilómetros de Checa, solo se puede llegar por caminos forestales. Los últimos dos kilómetros hay que hacerlos a pie, porque hay que bajar un pronunciado barranco.

Según comentan en el pueblo, estos inquilinos llegaron principalmente desde Cuenca, por Tragacete, hace dos semanas. Los primeros indicios de su presencia los detectaron las torretas de vigilancia contra incendios, por el humo de las hogueras que encendieron. Por el momento, han manifestado a los agentes medioambientales que estarán aquí hasta el solsticio de verano, el sábado 24.

Son en su mayoría extranjeros, practican el nudismo y el respeto por la naturaleza. Pertenecen a la denominada Familia Arcoíris, un grupo de personas de todo el mundo que se considera hijo de la Madre Tierra, predica el amor incondicional a todos los seres vivos, defiende la igualdad y el respeto a la diferencia. Para ellos el fuego es sagrado, bailan y cantan a su alrededor, y lo deben mantener siempre encendido.

Éste es, precisamente, el mayor problema, por el riesgo que existe y porque está prohibido. Los retenes, tanto de Cuenca como de Guadalajara, se pasan a diario para apagarlo y, cuando llegan, los acampados los rodean para protegerlo y comienzan a aullar. No obstante, fuentes consultadas afirman que las hogueras cuentan con un perímetro de seguridad donde se ha limpiado la maleza y no suelen tener llamas altas.

Según los vecinos, son pacíficos y respetuosos con el entorno. Por ejemplo, no usan plásticos. Aun así, algunos dudan que dejen el lugar tal y como lo encontraron.

Expedientes sancionadores

Además de vigilar y apagar el fuego, la Dirección Provincial de Agricultura y Medio Ambiente de la Junta de Comunidades ha iniciado las acciones oportunas por los incumplimientos en los que incurre este asentamiento: acampada ilegal, hacer fuego y tránsito por caminos sin autorización. Por ello, va a abrir expedientes sancionadores a aquellas personas que se pueda identificar y con fecha 13 de junio se envió comunicación a la Subdelegación del Gobierno para que, igualmente, iniciara las acciones oportunas, según ha informado el director provincial, Santos López. Asimismo, se coordinan con las autoridades medioambientales de Cuenca, dado que una parte de la acampada se encuentra allí.

La presencia de este grupo de personas ha despertado la curiosidad de los pueblos de la zona, pero también el recelo y la indignación. Reclaman una actuación más rápida y contundente, porque consideran que se están tolerando hechos que a los vecinos, nunca se les permitiría.

La Familia Arcoíris celebra anualmente encuentros como el que ahora les ha llevado al Alto Tajo, son los Rainbow Gatherings, vinculadas a los ciclos lunares. El año pasado se reunieron en el parque de la Sierra de Guara (Aragón). El alcohol y las drogas están prohibidos, así como los aparatos electrónicos, las cámaras de fotos y los productos químicos.