El Arciprestazgo pone en marcha una campaña de defensa de los crucifijos en los lugares públicos
01/10/2010 - 09:45
Por: BEATRIZ PARIENTE
Alrededor de 90 organizaciones católicas se han sumado a una iniciativa del Consejo Arciprestal de Pastoral del Arciprestazgo de Guadalajara, pionera en España, que defiende la presencia de la cruz en lugares públicos como las aulas de los centros educativos. Para ello, han elaborado una nota con siete puntos de defensa de los símbolos cristianos que remitirán, una vez que haya sido firmado por todas las organizaciones afines, a autoridades locales, provinciales y regionales. Esta nota es, además, una respuesta al fallo del Tribunal de Estrasburgo, al señalar que esa exhibición del símbolo cristiano limita el derecho de los niños a creer o no creer.
Por iniciativa propia, el Consejo Arciprestal de Pastoral del Arciprestazgo de Guadalajara ha decidido iniciar una campaña de defensa de la cruz y su presencia en los espacios públicos que responde, además, a la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos ante la demanda de una ciudadana italiana que pidió la retirada de los crucifijos en las aulas de la escuela pública en la que estudiaban sus hijos. El tribunal de Estrasburgo consideró, a finales del pasado año, que la exhibición obligatoria del símbolo de una determinada confesión en instalaciones utilizadas por las autoridades públicas, y especialmente en aulas, reduce los derechos de los padres a educar a sus hijos en conformidad con sus convicciones. El fallo agregó que esa exhibición del símbolo cristiano también limita el derecho de los niños a creer o no creer.
Sin embargo, desde el Arciprestazgo de Guadalajara consideran que existen razones de peso, religiosas, culturales e históricas que desmontan los argumentos a favor de su retirada. El arcipreste de Guadalajara, Ángel Luis Toledano, el secretario del Consejo Arciprestal, Santiago González, y el delegado de Enseñanza de la Diócesis, Pedro Moreno, fueron los encargados, ayer, de argumentar la defensa de la cruz y de presentar la nota a la que se han adherido 38 asociaciones parroquiales de la provincia, 16 cofradías y hermandades, 15 asociaciones juveniles, cinco asociaciones cívicas, nueve movimientos eclesiales, tres centros de estudios teológicos y ocho colegios y asociaciones de padres y madres de alumnos. Los promotores de este pionero manifiesto esperan más adhesiones de otros colectivos afines a sus ideas en los próximos días, previamente a la puesta en manos de autoridades políticas locales, provinciales y regionales de dicha nota.
El documento recoge siete puntos de reflexión sobre la polémica suscitada por el fallo judicial. En el documento se señala que para la inmensa mayoría de los ciudadanos la religión es un valor importante y un fundamento más que les anima a cumplir los deberes personales, familiares, profesionales y cívicos con nobleza y responsabilidad. Además, la presencia del crucifico en las aulas y otros espacios públicos forma parte de nuestra identidad histórica, cultural y espiritual cotidiana, siendo dicha presencia popularmente aceptada. Por este motivo, los promotores de esta campaña muestran su sorpresa y preocupación ante la imposición de propuestas minoritarias que pretenden la exclusión o rechazo del crucifijo, de lo religioso y de sus signos de la vida pública. A su juicio, la cruz de Jesús no sólo no genera ninguna discriminación entre personas, sino que es un símbolo de vida, de esperanza y de concordia universal.
La nota, además de responder al fallo de Estrasburgo, pretende poner de manifiesto el apoyo popular que ostenta la cruz frente a la idea del Gobierno, dado que la Constitución declara la aconfesionalidad del Estado, de confeccionar una nueva ley que regule la presencia de manifestaciones religiosas en el ámbito público. Sin embargo, el Consejo, que también se remite a la Constitución, señala que la Carta Magna recoge en su artículo 16, punto tercero, que los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones. Toledano añadió que, teniendo en cuenta dicho artículo y que la mayor parte de la población española es católica, sería una imposición intolerable y violentaría la conciencia de millones de españoles retirar los símbolos de las aulas o de otros espacios públicos. Los autores de la iniciativa recurren también a la historia o al arte y, en definitiva, a multitud de expresiones culturales para defender la presencia de la cruz, entendiendo, además, que no es incompatible con el respeto por otras confesiones. Por último, recordaron que el 70 por ciento de los alumnos y familias de Guadalajara piden cursar religión.
Antecedentes
Como antecedentes, el arcipreste recordó que hace algún tiempo surgieron voces contrarias a la presencia de crucifijos en las aulas del capitalino colegio Alvarfáñez pero, finalmente, la propuesta no salió adelante. Para ellos, la cruz está en la vida de las personas de forma normalizada y que alguien venga a cambiarlo lo que genera es sorpresa, sobre todo cuando se trata del símbolo máximo de solidaridad, concluyeron los artífices de la nota.
Sin embargo, desde el Arciprestazgo de Guadalajara consideran que existen razones de peso, religiosas, culturales e históricas que desmontan los argumentos a favor de su retirada. El arcipreste de Guadalajara, Ángel Luis Toledano, el secretario del Consejo Arciprestal, Santiago González, y el delegado de Enseñanza de la Diócesis, Pedro Moreno, fueron los encargados, ayer, de argumentar la defensa de la cruz y de presentar la nota a la que se han adherido 38 asociaciones parroquiales de la provincia, 16 cofradías y hermandades, 15 asociaciones juveniles, cinco asociaciones cívicas, nueve movimientos eclesiales, tres centros de estudios teológicos y ocho colegios y asociaciones de padres y madres de alumnos. Los promotores de este pionero manifiesto esperan más adhesiones de otros colectivos afines a sus ideas en los próximos días, previamente a la puesta en manos de autoridades políticas locales, provinciales y regionales de dicha nota.
El documento recoge siete puntos de reflexión sobre la polémica suscitada por el fallo judicial. En el documento se señala que para la inmensa mayoría de los ciudadanos la religión es un valor importante y un fundamento más que les anima a cumplir los deberes personales, familiares, profesionales y cívicos con nobleza y responsabilidad. Además, la presencia del crucifico en las aulas y otros espacios públicos forma parte de nuestra identidad histórica, cultural y espiritual cotidiana, siendo dicha presencia popularmente aceptada. Por este motivo, los promotores de esta campaña muestran su sorpresa y preocupación ante la imposición de propuestas minoritarias que pretenden la exclusión o rechazo del crucifijo, de lo religioso y de sus signos de la vida pública. A su juicio, la cruz de Jesús no sólo no genera ninguna discriminación entre personas, sino que es un símbolo de vida, de esperanza y de concordia universal.
La nota, además de responder al fallo de Estrasburgo, pretende poner de manifiesto el apoyo popular que ostenta la cruz frente a la idea del Gobierno, dado que la Constitución declara la aconfesionalidad del Estado, de confeccionar una nueva ley que regule la presencia de manifestaciones religiosas en el ámbito público. Sin embargo, el Consejo, que también se remite a la Constitución, señala que la Carta Magna recoge en su artículo 16, punto tercero, que los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones. Toledano añadió que, teniendo en cuenta dicho artículo y que la mayor parte de la población española es católica, sería una imposición intolerable y violentaría la conciencia de millones de españoles retirar los símbolos de las aulas o de otros espacios públicos. Los autores de la iniciativa recurren también a la historia o al arte y, en definitiva, a multitud de expresiones culturales para defender la presencia de la cruz, entendiendo, además, que no es incompatible con el respeto por otras confesiones. Por último, recordaron que el 70 por ciento de los alumnos y familias de Guadalajara piden cursar religión.
Antecedentes
Como antecedentes, el arcipreste recordó que hace algún tiempo surgieron voces contrarias a la presencia de crucifijos en las aulas del capitalino colegio Alvarfáñez pero, finalmente, la propuesta no salió adelante. Para ellos, la cruz está en la vida de las personas de forma normalizada y que alguien venga a cambiarlo lo que genera es sorpresa, sobre todo cuando se trata del símbolo máximo de solidaridad, concluyeron los artífices de la nota.