El arquitecto Norman Foster, premio Príncipe de Asturias de las Artes

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
GALARDONES 2009
El jurado destaca su obra “al servicio del desarrollo sostenible y de la libertad”
El jurado de la Fundación Príncipe de Asturias ha calificado la obra de Foster como “de alcance universal”, que conjuga “la calidad estética, la reflexión intelectual y el diálogo entre territorio y ciudadanía a través de un original dominio del espacio, la luz y la materia”. Además, los miembros que eligieron a este arquitecto, propuesto para el premio por Alfonso Vegara, presidente de la Fundación Metrópoli, vieron en el británico una propuesta de futuro. Así, en su acta consta que Foster anticipa “con brillantez” la única “polis posible en el siglo XXI, al servicio del desarrollo sostenible y de la libertad personal y social”.
Este fallo, el primero de la vigésimo novena edición de los galardones Príncipe de Asturias, se dio a conocer hoy en el hotel Reconquista de Oviedo y será entregado el próximo otoño en un acto presidido por el Príncipe de Asturias. En esta ocasión, el jurado estuvo presidido por José Lladó y Fernández-Urrutia, e integrado también por personalidades como Mercedes Álvarez, Juan Cruz, Fernando Delgado, Lourdes Fernández o Jorge Fernández Bustillo.
Tras recibir este premio, el autor del puente más alto del mundo se mostró “contentísimo” y aseguró considerarlo “un gran honor”. “Es un maravilloso reconocimiento de la importancia del diseño como un catalizador en la mejora de la calidad de vida”, manifestó Foster antes de agradecer a todos sus colaboradores y “estimados” compañeros, con quienes quiso compartir el galardón.

Unanimidad
La elección de Norman Foster como el vigésimo noveno Príncipe de Asturias en esta categoría ha contentado a personalidades del mundo de la cultura, del cine y del arte. La ministra de Cultura Ángeles González-Sinde fue de las primeras que quiso felicitar a este arquitecto y darle la “enhorabuena” por su “aportación al mundo del arte”. En la misma línea se expresó el presidente del jurado del Premio, José Lladó, quien aseguró que se trata de un nombramiento “estupendo”, porque es un gran arquitecto, conocido e integrado en España. Asimismo, Lladó definió a Foster como uno de los grandes en los tiempos modernos, que “quiere mucho a este país y se siente de aquí”. No obstante, explicó que “a dios gracias”, el nombramiento no fue unánime pero sí con la mayoría suficiente, y que se quedaron en la estacada “otras personalidades que nos hubiese gustado nombrar”. “Es uno de los grandes creadores del siglo XX y del siglo XXI, ha transformado Londres y parte de todo lo que ha hecho a través de su mirada”, señaló sobre el arquitecto británico el también miembro del jurado José Luis Garci. Además, este director de cine defendió que tiene “una personalidad de magnitud universal”. Y es que para Garci, se trata de uno de los grandes Príncipes de Asturias, para el que “la arquitectura es una mirada intelectual sobre el mundo y sobre la vida”. La consejera de Cultura y Turismo del Principado asturiano también tuvo palabras para Norman Foster, no sólo por su capacidad como “innovador estético” de edificios sino por “esa relación que le ha mantenido siempre de sostenibilidad y de relación ante el ciudadano y lo que construye”. Y por su parte, la directora de la Feria de Arte Contemporáneo ARCO quiso mostrar su apoyo “personal incondicional”, sobre todo por lo que tiene como arquitecto a nivel estético y también “la idea que hay detrás de lo que construye”.
Estos halagos sobre la personalidad y obra de este arquitecto nacido en 1935 en Manchester (Gran Bretaña) llegan después de más de 20 años dedicados a la “innovación, la orientación a la calidad en todas las fases del desarrollo de un proyecto, el interés por aplicar los avances de la tecnología y la sensibilidad hacia los principios del desarrollo sostenible”, tal y como destacó la Fundación Príncipe de Asturias.

Además, Norman Foster es el autor del primer gran proyecto del siglo XXI: el puente más largo del mundo, que se eleva a 243 metros sobre el río galo Tam y sobrepasa los 23 metros la altura de la Torre Eiffel. Además, este británico también ha dejado su huella arquitectónica en España. En 1988 le fueron asignados los proyectos de construcción de la línea de metro de Bilbao y de la torre de comunicaciones de Collserola en Barcelona, que fue vital para los juegos olímpicos de 1992.

Entre sus últimos trabajos se encuentra la nueva estación ferroviaria subterránea de Florencia, el rascacielos de Caja Madrid en la capital madrileña y la pirámide destinada al diálogo mundial entre las religiones en Astana, la nueva capital de Kazajistán. Además, actualmente dirige un equipo formado por un millar de profesionales con oficinas de proyectos en más de 20 países y, a través de su firma, colabora en campañas de distintas organizaciones no gubernamentales, como Save the Children.