El Ayuntamiento aprueba la privatización del servicio del agua tras un tenso debate

Mientras el equipo de Gobierno relató un elenco de supuestas ventajas que acarreará la nueva gestión que ofrecerá una empresa externa para todo el ciclo del agua, la Oposición, tanto socialistas como IU, advirtieron que supondrá una subida del recibo del agua para los ciudadanos, convirtiendo el servicio en un “negocio”. En un clima de tensión y pseudoespectáculo marcado por el enfrentamiento entre el equipo de Gobierno y la Oposición y por la presencia de decenas de ciudadanos en contra de la decisión, el Ayuntamiento de Guadalajara, con la mayoría de votos del Grupo del PP, aprobó un cambio en la gestión del ciclo integral del agua, de tal forma que cuando ello se haga efectivo será una empresa externa la que se encargue de todo el proceso, desde que el agua llega a los depósitos hasta que se vuelve a verter una vez usada en los hogares.
Jaime Carnicero, concejal de Obras, justificó esta medida en aras de conseguir una mayor “eficacia” y “calidad” en el servicio de suministro de agua, unificando las nueve fases del ciclo del agua a cargo de una única empresa externa.
Actualmente, y según Carnicero, el Ayuntamiento no puede hacer frente por falta de medios a esas nueve fases, de tal forma que hasta ocho de ellas son gestionadas de forma ajena al Ayuntamiento, con el consecuente coste económico que ello supone para las arcas municipales. No en vano, según el edil, en los últimos cuatro años solamente las averías de la red han causado un agujero en el Ayuntamiento de 1,5 millones.
En su alocución en el pleno de ayer, Carnicero subrayó que el nuevo modelo indirecto permitirá disponer de un servicio para las reparaciones urgentes; una atención personalizada y permanente –365 días al año las 24 horas del día– para los usuarios, con teléfono incluido; una garantía de presión, caudal y calidad; servicio de mantenimiento de redes; de reclamaciones; o una reducción de las fugas, que suponen, según Carnicero, un 40 por ciento del total del agua. Además, “no vamos a perder ni la titularidad ni el control”, según Carnicero. “Es la tendencia [la gestión indirecta] nacional y europea, y el 80 por ciento de las capitales europeas ya lo tiene”. Para explicar todo ello, Carnicero instaló una pantalla en el salón de plenos donde se iban ofreciendo datos para justificar el cambio de gestión.
Este cambio de modelo no va a suponer, garantiza Carnicero, un aumento en el cobro del recibo del agua. “No es cierto que vaya a subir”, tachando de “mentirosos” a los miembros de la Mesa del Agua conformada por 14 colectivos que así lo han ido difundiendo entre los vecinos en los últimos meses.
El alcalde, Antonio Román, desveló ayer que el canon que deberá pagar la empresa adjudicataria por quedarse por el servicio estará entre los 7 y los 15 millones. El lunes se presentará el pliego de condiciones que regirá el concurso de adjudicación.

Agrias críticas de la Oposición
Nada claro tiene el futuro cobro de recibos la Oposición política en el Ayuntamiento de socialistas y de IU, que hace unos días entregaron en el Registro del Ayuntamiento 12.000 firmas ciudadanas en contra de esta privatización.
El portavoz del grupo de IU, José Luis Maximiliano, aseguró que “el que agua se va a encarecer es algo ineludible”, recordando lo sucedido en otras ciudades que pasaron por la misma mutación. “Los gastos [que supondrá la entrega de la gestión a una empresa privada] van a repercutir en el recibo del agua”, y considera que la subida en la tasa del alcantarillado de un 28 por ciento que entrará en vigor desde el 1 de enero ya es parte de ese incremento, aspecto que el equipo de Gobierno ha justificado por la puesta en marcha, el próximo año, de la nueva depuradora.
Por otro lado, Maximiliano reflejó ayer que el equipo de Gobierno “todavía no ha explicado qué funciona mal en el actual servicio” como para sustituirlo. “Es eficaz y a un precio razonable y lo van a convertir en un negocio”, y considera que con el nuevo “sí se va a perder el control municipal” en favor de la empresa con el paso del tiempo.
El portavoz del Grupo Socialista, Daniel Jiménez, muy encendido ayer, exigió un estudio económico de los técnicos municipales que justificara el cambio de gestión y que, asegura, aún no ha visto. Para Jiménez, este cambio se aborda por la necesidad de liquidez económica del equipo de Gobierno, y, como Maximiliano, advirtió que la gestión indirecta “significa un incremento del recibo del agua. A partir de hoy [por ayer] el agua va a ser un negocio”.