El Ayuntamiento plantea para el futuro líneas de autobús más eficientes, con menos paradas pero más rápidas
01/10/2010 - 09:45
Por: A.B. GUADALAJARA
El alcalde de la ciudad, Antonio Román, fue claro en el día de ayer al hablar de los autobuses urbanos. Pocos meses después de haber abordado una reforma integral del servicio, el primer edil asegura que probablemente la ciudad necesite un estudio integral que cambie el concepto de transporte, con menos paradas y una mayor frecuencia. Román sitúa esa posible revisión en el momento en el que el Ayuntamiento vuelva a adjudicar la contrata, ya que Trapsa expira el contrato durante la próxima legislatura. El Grupo Socialista, con los datos de viajeros en la mano, asegura que la reforma ha supuesto un caos, una reducción de usuarios y denuncia amiguismos y favoritismos
Solamente hace unos meses, concretamente en septiembre, el Ayuntamiento ejecutó una ambiciosa reforma del servicio de transporte urbano en la capital con el objetivo, entre otros, de estirar los autobuses hasta los nuevos desarrollos y ya se piensa en otra remodelación integral. Así al menos lo dejó caer ayer el alcalde de Guadalajara, Antonio Román, que analizó el servicio en respuesta a las críticas vertidas ayer por el Grupo Socialista sobre el funcionamiento del mismo.
Según reconoció Román, probablemente Guadalajara necesite un estudio integral de las líneas de autobuses que cambie la concepción actual, dejando caer que sería un buen momento para afrontarlo cuando llegue el momento de la nueva adjudicación, ya que contrato con Trapsa expira en la próxima legislatura. Probablemente será el momento en que nos planteemos si el cambio es posible o no es posible, para buscar un transporte mucho más rápido y eficaz y no un transporte que para cada 100 o cada 150 metros. En ese momento habrá que plantearse si hay que modificar de manera total las líneas de autobús, poner unas nuevas o dejar estas antiguas porque al ciudadano le guste tener el servicio prácticamente a las puertas de su casa, circunstancia esta última que, recuerda, provoca bucles que ralentizan la velocidad y las frecuencias de algunos de los itinerarios. Comparto el planteamiento de que hay que ir a unas líneas más eficientes para el futuro.
El primer edil recordó que la reforma ejecutada hace unos meses por la Concejalía de Transporte ha sido la más ambiciosa de los últimos años y que, incluso, se ha tenido la gallardía de rectificar algunos errores que se han hallado en los primeros compases de estos cambios, como restablecer parte del servicio que se había suprimido en las paradas de la avenida de Castilla, tras recibir quejas de los vecinos, algunas de ellas al teléfono directo que Román abre a la ciudadanía una vez por semana los miércoles de 12.30 a 14.30 horas. Esto es lo que nos ha llevado a la modificación, el escuchar a los vecinos y reconocer que si hemos podido hacer algo mal que somos capaces de modificarlo. Y lo único que hace el PSOE es criticar por criticar, señaló Román.
Críticas desde el PSOE
Desde las filas socialistas, la visión del nuevo servicio de transporte urbano estrenado hace unos meses es bastante más catastrofista. Según la concejala del PSOE Julia de Miguel, su estado actual de es un caos absoluto, tildando la susodicha reforma de la mayor chapuza cometida por el equipo de Gobierno de Antonio Román, que además de fomentar el uso del coche privado por su ineficacia, hace que los ciudadanos perdamos tiempo y dinero. La reforma realizada desde la Concejalía de Transporte que dirige María José Agudo, no ha sido sino fruto de la improvisación y el capricho, sostienen los socialistas, fuera de toda lógica y sin informes técnicos.
Esa falta de lógica comienza, para el PSOE, en la propia marcha atrás efectuada en las paradas de la avenida de Castilla, donde se ha repuesto solamente en parte el estado anterior. Según De Miguel, la alternancia de autobuses para recorrer la avenida de Castilla o la zona de Ferial Plaza sólo conseguirá dar servicio a medias en ambos sitios, aumentando la espera de los viajeros. Si antes el tiempo de espera era de 15 minutos, ahora pasa a ser de 30 por la mañana y de 40 por la tarde. Eso hará que las líneas sean inútiles e ineficaces.
Tampoco han convencido en este tiempo a los socialistas los cambios de horarios. La señora concejala ha hecho cambios sin consultar ni informar a los usuarios, recuerda De Miguel. Eso ha generado desconcierto y problemas, además de las explicaciones que, asegura, han de dar a los pasajeros con frecuencia los propios conductores.
Amiguismos y favoritismos
Por otro lado, De Miguel denunció ayer los amiguismos y favoritismos practicados tanto por Agudo como Román con el servicio de autobuses, lo que, sostiene, ha llevado a volver a reubicar la parada que existía en el cruce del paseo del Doctor Fernández Iparraguire con la calle Sigüenza, a pesar de que se había adelantado unos metros. Lo hizo porque sus amigos se lo pidieron, y habrá que preguntarle por qué en una semana cambió de decisión, sobre todo sabiendo que en ese cruce es donde se generan muchos atascos.
Además de ello, el PSOE también observa amiguismo con ciertas prácticas en el transporte en la zona del centro hospitalario La Merced. Tras suprimirse las que anteriormente había, y que, según De Miguel, son reclamadas por los responsables de este centro, actualmente están operativas sólo para dos personas, una que tiene una autorización por escrito de la concejala y otra que tiene una autorización oral. ¿Por qué se es injusto con el resto de los ciudadanos y no pueden subir ni parar?; es como si el autobús actuara como un taxi. Respecto a este asunto, el alcalde aseguró ayer que es la primera noticia que tengo; lo desconozco.
¿Menos viajeros?
El Grupo Socialista considera que la reforma ha deparado líneas muy largas y lentas en algunos casos que, junto a otras circunstancias, habría provocado una merma en el número de usuarios.
Según las cifras manejadas en el PSOE, en 2008 hubo 5,2 millones de viajeros, mientras que en 2009 hicieron uso de esos autobuses 4,9. Concretando por líneas, la 3.1 ha perdido en el año 69.000 viajeros, y más de 40.000 desde la remodelación; la 3.2 ha perdido en todo el año 74.000, de ellos 27.000 sólo en los últimos cuatro meses.
Esta reducción de viajeros supondrá para las arcas municipales, según el PSOE, un encarecimiento para el Ayuntamiento, que pagará más de 300.000 euros [añadidos] por un mal servicio.
Según reconoció Román, probablemente Guadalajara necesite un estudio integral de las líneas de autobuses que cambie la concepción actual, dejando caer que sería un buen momento para afrontarlo cuando llegue el momento de la nueva adjudicación, ya que contrato con Trapsa expira en la próxima legislatura. Probablemente será el momento en que nos planteemos si el cambio es posible o no es posible, para buscar un transporte mucho más rápido y eficaz y no un transporte que para cada 100 o cada 150 metros. En ese momento habrá que plantearse si hay que modificar de manera total las líneas de autobús, poner unas nuevas o dejar estas antiguas porque al ciudadano le guste tener el servicio prácticamente a las puertas de su casa, circunstancia esta última que, recuerda, provoca bucles que ralentizan la velocidad y las frecuencias de algunos de los itinerarios. Comparto el planteamiento de que hay que ir a unas líneas más eficientes para el futuro.
El primer edil recordó que la reforma ejecutada hace unos meses por la Concejalía de Transporte ha sido la más ambiciosa de los últimos años y que, incluso, se ha tenido la gallardía de rectificar algunos errores que se han hallado en los primeros compases de estos cambios, como restablecer parte del servicio que se había suprimido en las paradas de la avenida de Castilla, tras recibir quejas de los vecinos, algunas de ellas al teléfono directo que Román abre a la ciudadanía una vez por semana los miércoles de 12.30 a 14.30 horas. Esto es lo que nos ha llevado a la modificación, el escuchar a los vecinos y reconocer que si hemos podido hacer algo mal que somos capaces de modificarlo. Y lo único que hace el PSOE es criticar por criticar, señaló Román.
Críticas desde el PSOE
Desde las filas socialistas, la visión del nuevo servicio de transporte urbano estrenado hace unos meses es bastante más catastrofista. Según la concejala del PSOE Julia de Miguel, su estado actual de es un caos absoluto, tildando la susodicha reforma de la mayor chapuza cometida por el equipo de Gobierno de Antonio Román, que además de fomentar el uso del coche privado por su ineficacia, hace que los ciudadanos perdamos tiempo y dinero. La reforma realizada desde la Concejalía de Transporte que dirige María José Agudo, no ha sido sino fruto de la improvisación y el capricho, sostienen los socialistas, fuera de toda lógica y sin informes técnicos.
Esa falta de lógica comienza, para el PSOE, en la propia marcha atrás efectuada en las paradas de la avenida de Castilla, donde se ha repuesto solamente en parte el estado anterior. Según De Miguel, la alternancia de autobuses para recorrer la avenida de Castilla o la zona de Ferial Plaza sólo conseguirá dar servicio a medias en ambos sitios, aumentando la espera de los viajeros. Si antes el tiempo de espera era de 15 minutos, ahora pasa a ser de 30 por la mañana y de 40 por la tarde. Eso hará que las líneas sean inútiles e ineficaces.
Tampoco han convencido en este tiempo a los socialistas los cambios de horarios. La señora concejala ha hecho cambios sin consultar ni informar a los usuarios, recuerda De Miguel. Eso ha generado desconcierto y problemas, además de las explicaciones que, asegura, han de dar a los pasajeros con frecuencia los propios conductores.
Amiguismos y favoritismos
Por otro lado, De Miguel denunció ayer los amiguismos y favoritismos practicados tanto por Agudo como Román con el servicio de autobuses, lo que, sostiene, ha llevado a volver a reubicar la parada que existía en el cruce del paseo del Doctor Fernández Iparraguire con la calle Sigüenza, a pesar de que se había adelantado unos metros. Lo hizo porque sus amigos se lo pidieron, y habrá que preguntarle por qué en una semana cambió de decisión, sobre todo sabiendo que en ese cruce es donde se generan muchos atascos.
Además de ello, el PSOE también observa amiguismo con ciertas prácticas en el transporte en la zona del centro hospitalario La Merced. Tras suprimirse las que anteriormente había, y que, según De Miguel, son reclamadas por los responsables de este centro, actualmente están operativas sólo para dos personas, una que tiene una autorización por escrito de la concejala y otra que tiene una autorización oral. ¿Por qué se es injusto con el resto de los ciudadanos y no pueden subir ni parar?; es como si el autobús actuara como un taxi. Respecto a este asunto, el alcalde aseguró ayer que es la primera noticia que tengo; lo desconozco.
¿Menos viajeros?
El Grupo Socialista considera que la reforma ha deparado líneas muy largas y lentas en algunos casos que, junto a otras circunstancias, habría provocado una merma en el número de usuarios.
Según las cifras manejadas en el PSOE, en 2008 hubo 5,2 millones de viajeros, mientras que en 2009 hicieron uso de esos autobuses 4,9. Concretando por líneas, la 3.1 ha perdido en el año 69.000 viajeros, y más de 40.000 desde la remodelación; la 3.2 ha perdido en todo el año 74.000, de ellos 27.000 sólo en los últimos cuatro meses.
Esta reducción de viajeros supondrá para las arcas municipales, según el PSOE, un encarecimiento para el Ayuntamiento, que pagará más de 300.000 euros [añadidos] por un mal servicio.