El Banco de España llama a la austeridad para salir de la crisis

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

El término “austeridad” está de moda y así seguirá en los próximos meses, conforme se conozcan los previsibles malos (o pobres) resultados económicos de este año y haya que preparar las cuentas para el siguiente.
Si el miércoles pasado era el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien -parafraseando a su ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes- utilizaba esa palabra para calificar cómo serán los Presupuestos del Estado para 2009, este viernes fue el subgobernador del Banco de España, José Viñals, quien la utilizó para hacer una clara recomendación a empresas y trabajadores. Y es que, en su opinión, para “salir mejor de la crisis” (vocablo que utilizó en varias ocasiones), y también en el menor tiempo posible, es necesario adoptar medidas de moderación salarial y de beneficios, así como dotar de una mayor eficiencia y flexibilidad al mercado de trabajo para mantener unos ritmos de crecimiento sostenidos a medio y largo plazo.
Viñals hizo estas declaraciones durante la clausura de un curso organizado por la APIE en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander, donde resaltó que esas medidas son fundamentales para que la fase de “ajuste intenso” por la que atraviesa la economía española se salve con los menos costes “sociales y económicos posibles”. “Lo demás significa no aceptar la realidad, no querer entender que la economía española va a crecer a una menor dimensión y el intento de aferrarse a una lucha por conservar el incremento nominal de los salarios en los márgenes empresariales”, argumentó. “La experiencia nos enseña -continuó- que los que se resisten en ese aspecto son los que más sufren después”. Por eso, a corto plazo, ‘recetó’ que patronal y sindicatos opten por la moderación en sus negociaciones, aceptando unos y otros ganar menos en esta etapa para salir “fortalecidos” de cara al futuro.
A su vez, al Ejecutivo le instó a “preservar la estabilidad presupuestaria” y, por tanto, evitar decisiones que “consoliden deterioros en las cuentas públicas”. Hacía referencia con ello a medidas como el llamado ‘cheque-bebe’ (ayuda de 2.500 euros por nacimiento de hijo) o la devolución de los 400 euros por contribuyente (a través de una nueva deducción en el IRPF), como ya hizo el martes pasado el propio gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, quien se mostró contrario a las medidas de alcance ‘cortoplacista’ en un mensaje que, si bien se podría haberse producido meses antes por la mala coyuntura que se arrastra desde finales de 2007, fuentes de la institución justificaron ese retraso en que trataban de evitar declaraciones que pudieran ser utilizadas “como arma electoral”, algo que incluso está regulado en otros países como Gran Bretaña.