El BCE declara prioritaria la lucha contra la inflación
01/10/2010 - 09:45
Por: COLPISA
El Banco Central Europeo, fiel al único mandamiento de la institución que fue establecido en el tratado de Maastricht. -garantizar la estabilidad de precios en la zona euro-, y enfrentado a fuertes presiones inflacionistas, optó ayer por no tocar los tipos de interés, que se mantienen por noveno mes consecutivo en un 4%.
Advirtió que la lucha contra la inflación será su "máxima prioridad" en los próximos meses, una mención que parece alejar la posibilidad de una rebaja de los tipos.
Aunque nadie en Francfort esperaba un cambio en la política monetaria de la institución, todo el mundo estaba pendiente de las previsiones que ofrecería Jean Claude Trichet sobre perspectivas de inflación y crecimiento económico en la zona euro.
Las cifras que dio a conocer el presidente del BCE durante su rueda de prensa mensual fueron clarificadoras. Trichet revisó a la baja las previsiones de crecimiento en 2008 y al alza las de inflación, debido principalmente al aumento de los precios de los alimentos y del petróleo.
Trichet anunció que la entidad prevé ahora un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del área euro entre el 1,3 y el 2,1% (los datos de diciembre mencionaban una horquilla de 1,5 y 2,5%) y con respecto a la inflación, reconoció que el BCE espera una tasa de entre el 2,6 y el 3,2 por ciento.
"El anclaje firme de las expectativas de la inflación tiene una prioridad máxima para el consejo del Banco", señaló Trichet, al recordar que el único mandamiento que rige a la entidad es garantizar la estabilidad de precios. "No existe ninguna duda de que nosotros cumpliremos con nuestro mandato, que es claro, y tampoco existen contradicciones entre estabilidad de precios, crecimiento y creación de puestos de trabajo", añadió.
Tímido recorte de tipos
Hace un mes, el BCE abrió tímidamente las puertas a un recorte de tipos a causa del riesgo de una crisis económica cuando Trichet destacó que "la incertidumbre sobre las perspectivas para el crecimiento económico era inusualmente altas" y reconoció que la ralentización económica en Estados Unidos tendría un impacto en la zona euro.
Ayer, en cambio, la reunión mensual del Consejo de Gobierno de la entidad tuvo que elegir entre una decisión que favoreciera el crecimiento (bajarlos tipos) y la lucha contra la inflación. El banco se inclinó por mantener el precio oficial del dinero, una medida que puede ayudar a combatir el aumento de los precios pero que frena el crecimiento.
Trichet reconoció el dilema en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del banco cuando corrigió a la baja las previsiones de crecimiento en la zona euro para el presente año. "Los fundamentos económicos de la euro zona son sanos, pero los datos coyunturales recientes indican un crecimiento moderado del PIB", observó.
Pero Trichet, tras admitir que el nivel de incertidumbre que nació a causa de las turbulencias en los mercados internacionales se mantenía "alto", insistió en que la meta "prioritaria" de la institución era garantizar la estabilidad de precios en el medio plazo. "Es la única condición para garantizar un crecimiento sostenido. Esto debe quedar claro", insistió.
Con respecto a la fulminante escalada del euro frente al dólar, que este jueves estableció un nuevo récord en 1,5360 dólares, Trichet se limitó a referirse al acuerdo alcanzado por los países que integran el G-7, cuando declararon que una "volatilidad excesiva" en los mercados monetarios no era deseable para el crecimiento mundial.
Aunque nadie en Francfort esperaba un cambio en la política monetaria de la institución, todo el mundo estaba pendiente de las previsiones que ofrecería Jean Claude Trichet sobre perspectivas de inflación y crecimiento económico en la zona euro.
Las cifras que dio a conocer el presidente del BCE durante su rueda de prensa mensual fueron clarificadoras. Trichet revisó a la baja las previsiones de crecimiento en 2008 y al alza las de inflación, debido principalmente al aumento de los precios de los alimentos y del petróleo.
Trichet anunció que la entidad prevé ahora un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del área euro entre el 1,3 y el 2,1% (los datos de diciembre mencionaban una horquilla de 1,5 y 2,5%) y con respecto a la inflación, reconoció que el BCE espera una tasa de entre el 2,6 y el 3,2 por ciento.
"El anclaje firme de las expectativas de la inflación tiene una prioridad máxima para el consejo del Banco", señaló Trichet, al recordar que el único mandamiento que rige a la entidad es garantizar la estabilidad de precios. "No existe ninguna duda de que nosotros cumpliremos con nuestro mandato, que es claro, y tampoco existen contradicciones entre estabilidad de precios, crecimiento y creación de puestos de trabajo", añadió.
Tímido recorte de tipos
Hace un mes, el BCE abrió tímidamente las puertas a un recorte de tipos a causa del riesgo de una crisis económica cuando Trichet destacó que "la incertidumbre sobre las perspectivas para el crecimiento económico era inusualmente altas" y reconoció que la ralentización económica en Estados Unidos tendría un impacto en la zona euro.
Ayer, en cambio, la reunión mensual del Consejo de Gobierno de la entidad tuvo que elegir entre una decisión que favoreciera el crecimiento (bajarlos tipos) y la lucha contra la inflación. El banco se inclinó por mantener el precio oficial del dinero, una medida que puede ayudar a combatir el aumento de los precios pero que frena el crecimiento.
Trichet reconoció el dilema en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del banco cuando corrigió a la baja las previsiones de crecimiento en la zona euro para el presente año. "Los fundamentos económicos de la euro zona son sanos, pero los datos coyunturales recientes indican un crecimiento moderado del PIB", observó.
Pero Trichet, tras admitir que el nivel de incertidumbre que nació a causa de las turbulencias en los mercados internacionales se mantenía "alto", insistió en que la meta "prioritaria" de la institución era garantizar la estabilidad de precios en el medio plazo. "Es la única condición para garantizar un crecimiento sostenido. Esto debe quedar claro", insistió.
Con respecto a la fulminante escalada del euro frente al dólar, que este jueves estableció un nuevo récord en 1,5360 dólares, Trichet se limitó a referirse al acuerdo alcanzado por los países que integran el G-7, cuando declararon que una "volatilidad excesiva" en los mercados monetarios no era deseable para el crecimiento mundial.