El BCE y la Reserva Federal rebajan por sorpresa el precio del dinero

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

En una actuación coordinada sin precedentes, los bancos centrales de la zona euro y Estados Unidos, amén de las autoridades monetarias del Reino Unido, Suiza y Canadá, decidieron recortar medio punto el precio oficial del dinero en las respectivas regiones. Si su propósito fue calmar los mercados, estas acciones se saldaron con un rotundo fracaso. Los inversores tampoco reaccionaron bien a actuaciones individuales, como la constitución en España de un fondo que ayudará a bancos y cajas a financiar a sus clientes.
El Ibex-35 de los principales valores de la bolsa de Madrid se hundió este miércoles el 5,20%, pero aún fue peor el desplome del CAC-40 de París en un 6,38%, mientras que el Dax de Francfort registró una contundente caída del 5,88% y el Footsie 100 de Londres cedió prácticamente lo mismo, un 5,18%.
Mientras la tormenta financiera arreciaba a uno y otro lado del Atlántico, los responsables de la política monetaria tuvieron que dejar atrás los recelos y la programación prevista. El todopoderoso Banco Central Europeo se despidió de sus aspiraciones de autonomía en sus mensajes a los mercados, y hubo de plegarse a las fortísimas turbulencias. Por eso anunció, fuera de calendario, que el tipo de interés de referencia en la zona euro experimenta un fuerte descenso para quedar en el 3,75%. En el caso de la Reserva Federal, la decisión dejó la tasa de los fondos federales en el 1,5%.
La justificación del Banco Central Europeo revistió tintes de emergencia, disfrazados de argumentaciones que no sonaron convincentes. “Las presiones inflacionistas han comenzado a moderarse en algunos países, como consecuencia, en cierta medida, del acusado descenso de los precios de la energía y de otras materias primas”, aseveró. “Las presiones inflacionistas han comenzado a moderarse en algunos países, como consecuencia, en cierta medida, del acusado descenso de los precios de la energía y de otras materias primas”, aseveró. Y no dudó en afirmar que “las expectativas de inflación están disminuyendo, y permanecen ancladas en niveles compatibles con la estabilidad de precios”. Por eso, la autoridad monetaria europea se dispuso a hacer frente a los riesgos provocados por la “creciente intensificación” de la crisis financiera, que ya se dejan notar en el crecimiento
Sorprendido por el violento impacto de las turbulencias, e intentando preservar su prestigio con las referencias a la cotización bajista del petróleo, hace menos de una semana que el Banco Central Europeo imprimió un giro a su discurso, para admitir que la desaceleración económica podría tener un efecto superior a las principales directrices de su actuación, basadas en la vigilancia de los precios. Los agentes interpretaron que, tal vez, Jean Claude Trichet y el equipo gestor del banco estaban preparando un recorte de tipos... en diciembre, o el próximo mes, en el mejor de los casos. El banco central de China se unió el miércoles a los principales bancos centrales del mundo y recortó el tipo de interés para préstamos a un año en 27 puntos básicos a partir del jueves, en un esfuerzo por estimular el crecimiento económico.

El senador por Illinois pidió en un comunicado al Congreso estadounidense “aprobar inmediatamente un plan de rescate para nuestra clase media que salvará un millón de empleos y proveerá alivio a familias en apuros, pequeñas empresas y estadounidenses que están perdiendo sus hogares”. Por su parte, el senador por Arizona McCain aplaudió la decisión del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (...) “para encarar la crisis financiera que se esparce por el mundo”. “Creo imperativo que el gobierno sea sensible ante las necesidades de los estadounidenses, restaure la confianza en nuestro sistema financiero, provea asistencia a los propietarios de casas en apuros y aplique estrategias que impulsen el crecimiento”, dijo el candidato republicano.

Entre las reacciones a la convulsión de los mercados, los precios del petróleo seguían cayendo durante el miércoles y llegaron a cotizarse a 81 dólares el barril en Londres, su menor precio en el último año, afectados por el escenario de una fuerte degradación de la demanda petrolera a causa de la crisis.

Influyó también la evolución de las reservas de crudo y de gasolina, que aumentaron más de lo previsto la semana pasada en Estados Unidos, mientras que los productos destilados retrocedieron, según los datos proporcionados por el departamento de Energía (DoE).

Las existencias de crudo se incrementaron en 8,1 millones de barriles hasta 302,6 millones de barriles, durante la semana que terminó el 3 de octubre, cuando los analistas preveían un aumento muy inferior, de apenas 2,3 millones de barriles. Lo mismo ocurrió con las reservas de gasolina, que crecieron 7,2 millones de barriles hasta 186,8 millones de barriles, cuando los expertos estimaban un incremento de 1,1 millones de barriles.