El Canto del Loco ofreció un concierto tras el que "ya nada volverá a ser lo mismo" en Azuqueca

La suerte de mi vida. Esto es lo que, sin duda, debieron pensar los miles de fans de El Canto del Loco cuando se enteraron de que el grupo madrileño ofrecería un concierto en Azuqueca con motivo de las fiestas patronales. Con este tema, ECDL abrió boca ante los numerosos asistentes que abarrotaron el complejo polideportivo San Miguel el pasado sábado. Pese a la masiva afluencia, Dani Martín tuvo que calentar los ánimos de una parroquia que no se mostró excesivamente animada, salvo con temas que ya son todo unos clásicos, que hicieron del San Miguel una sola voz, como Una foto en blanco y negro, Puede ser, Ya nada volverá a ser como antes, y los singles más recientes, como Eres tonto, una de las más coreadas, junto a Personas y Eh tú. Durante cerca de dos horas, la garra y el ánimo de ECDL tiró de los espectadores, que pudieron comprobar el gran despliegue técnico de luces y sonido instalado en el escenario. El acústico dulcificó los sonidos tradicionalmente rockeros de Dani Martín y compañía en la mayoría de las canciones del concierto, como en Un millón de cicatrices, Acabado en A, todo un himno a las mujeres, o Tal como eres, muchos de ellos singles de su último trabajo, De personas a personas. Tras fingir una pronta despedida y ante el, a ratos, comedimiento del público, fue Dani quien exigió al público una mayor implicación para continuar tocando. Así, la reacción no se hizo esperar y temas como A contracorriente o Peter Pan sonaron a petición de los fans. Los más que tarareados Besos y Zapatillas cerraron la noche que pasará a la historia de los grandes conciertos de Azuqueca.