El capo Petrov tejió en 1998 una red de empresas para lavar dinero de otras mafias en España
01/10/2010 - 09:45
Por: COLPISA
Gennadios Petrov, el capo de la mafia Tambovskaya, no sólo ganaba dinero con las extorsiones, robos, tráfico de armas y drogas y prostitución en Rusia. Su negocio también estaba en España. El avtoritiety de Tambov puso en marcha entre 1998 y 1999 una vasta red de empresas fantasmas y tapaderas para, además de blanquear su capital, lavar por encargo el dinero sucio de otras mafias rusas. Todo ello, obviamente, a cambio de pingües beneficios, que también eran blanqueados en España, en una espiral sin fin, según los investigadores.
Gennadios Petrov, el capo de la mafia Tambovskaya, no sólo ganaba dinero con las extorsiones, robos, tráfico de armas y drogas y prostitución en Rusia. Su negocio también estaba en España. El avtoritiety de Tambov puso en marcha entre 1998 y 1999 una vasta red de empresas fantasmas y tapaderas para, además de blanquear su capital, lavar por encargo el dinero sucio de otras mafias rusas. Todo ello, obviamente, a cambio de pingües beneficios, que también eran blanqueados en España, en una espiral sin fin, según los investigadores.
En el punto de mira de la Policía Judicial del CNP, de los servicios de Información de la Guardia Civil y de la Agencia Tributaria hay ocho empresas, todas ellas radicadas en Madrid, de las que Petrov es administrador único de siete de ellas. Las firmas, según los informes mercantiles, se dedican oficialmente a la intermediación comercial, exportación de toda clase de productos, promoción inmobiliaria, servicios a empresas y negocios financieros. En sus balances, estas compañías casi no tienen trabajadores, apenas presentas movimientos e, incluso, algunas presentan discretas pérdidas anuales para no llamar la atención.
En el centro de la trama, que Petrov muñó cuando todavía no era el más influyente jefe de la mafia desarticulada, aparece un abogado español, acusado de oficiar de testaferro de la Tambovskaya y de manejar el entramado de pantallas desde una oficina del exclusivo barrio de Salamanca de Madrid. Desde allí se movían los hilos para blanquear el dinero sucio en Suiza, Panamá, Liechtenstein, las Islas Vírgenes o Letonia.
Gracias a esas empresas de la capital de España, sospechan los investigadores, Petrov y su Tambovskaya abrieron una red de blanqueo internacional para las mafias del Este. A parte de sí mismo, el mejor cliente de Petrov ha sido desde entonces la mafia de Malyshevkaya, antigua enemiga en la década de los ochenta en las luchas intestinas del crimen organizado por hacerse con el control de las grandes ciudades rusas.
Declaración clave
La Fiscalía Anticorrupción cree que ha sido clave para probar la vinculación entre ambas redes la declaración de Alexander Malyshev, arrestado en la localidad malagueña de Frigiliana, y presunto vor v zakone (ladrón en la ley, jefe delegado) de la Tambovskaya en la península.
El juez que instruye la operación Troika, Baltasar Garzón, interrogó a Malyshev en Málaga durante dos horas y luego decretó la ampliación de su prisión preventiva. Además de a Malyshev, el instructor prorrogó este domingo el encarcelamiento de otros cuatro de los diez detenidos el viernes en Málaga. Garzón dejó en libertad con cargos a dos mujeres de nacionalidad rusa, una traductora que trabajaba con algunos de los detenidos y una empleada del hogar.
El titular del Juzgado Central de Instrucción número cinco de la Audiencia Nacional, que el sábado interrogó a otros tres de los arrestados en Málaga y a cuatro sospechosos capturados en Mallorca (entre ellos Petrov), volvió a Madrid durante la tarde del domingo, donde interrogó a otros cuatro detenidos, de los seis que quedaban por comparecer (cuatro arrestados en Levante y dos en Madrid, entre ellos el abogado que supuestamente dirigía el entramado de empresas pantallas). Este lunes, el juez tiene previsto interpelar a los dos últimos detenidos y celebrar las vistillas para legalizar las prisiones provisionales.
Tras esta redada y a la vista de los interrogatorios, la Fiscalía Anticorrupción, considera cerrada la operación Troika, al menos en una primera fase. En este operativo, informó hoy el Ministerio Público, han sido incautados bienes que suman unos quince millones de euros y se han bloqueado cuentas con cerca de doce millones más.
En el punto de mira de la Policía Judicial del CNP, de los servicios de Información de la Guardia Civil y de la Agencia Tributaria hay ocho empresas, todas ellas radicadas en Madrid, de las que Petrov es administrador único de siete de ellas. Las firmas, según los informes mercantiles, se dedican oficialmente a la intermediación comercial, exportación de toda clase de productos, promoción inmobiliaria, servicios a empresas y negocios financieros. En sus balances, estas compañías casi no tienen trabajadores, apenas presentas movimientos e, incluso, algunas presentan discretas pérdidas anuales para no llamar la atención.
En el centro de la trama, que Petrov muñó cuando todavía no era el más influyente jefe de la mafia desarticulada, aparece un abogado español, acusado de oficiar de testaferro de la Tambovskaya y de manejar el entramado de pantallas desde una oficina del exclusivo barrio de Salamanca de Madrid. Desde allí se movían los hilos para blanquear el dinero sucio en Suiza, Panamá, Liechtenstein, las Islas Vírgenes o Letonia.
Gracias a esas empresas de la capital de España, sospechan los investigadores, Petrov y su Tambovskaya abrieron una red de blanqueo internacional para las mafias del Este. A parte de sí mismo, el mejor cliente de Petrov ha sido desde entonces la mafia de Malyshevkaya, antigua enemiga en la década de los ochenta en las luchas intestinas del crimen organizado por hacerse con el control de las grandes ciudades rusas.
Declaración clave
La Fiscalía Anticorrupción cree que ha sido clave para probar la vinculación entre ambas redes la declaración de Alexander Malyshev, arrestado en la localidad malagueña de Frigiliana, y presunto vor v zakone (ladrón en la ley, jefe delegado) de la Tambovskaya en la península.
El juez que instruye la operación Troika, Baltasar Garzón, interrogó a Malyshev en Málaga durante dos horas y luego decretó la ampliación de su prisión preventiva. Además de a Malyshev, el instructor prorrogó este domingo el encarcelamiento de otros cuatro de los diez detenidos el viernes en Málaga. Garzón dejó en libertad con cargos a dos mujeres de nacionalidad rusa, una traductora que trabajaba con algunos de los detenidos y una empleada del hogar.
El titular del Juzgado Central de Instrucción número cinco de la Audiencia Nacional, que el sábado interrogó a otros tres de los arrestados en Málaga y a cuatro sospechosos capturados en Mallorca (entre ellos Petrov), volvió a Madrid durante la tarde del domingo, donde interrogó a otros cuatro detenidos, de los seis que quedaban por comparecer (cuatro arrestados en Levante y dos en Madrid, entre ellos el abogado que supuestamente dirigía el entramado de empresas pantallas). Este lunes, el juez tiene previsto interpelar a los dos últimos detenidos y celebrar las vistillas para legalizar las prisiones provisionales.
Tras esta redada y a la vista de los interrogatorios, la Fiscalía Anticorrupción, considera cerrada la operación Troika, al menos en una primera fase. En este operativo, informó hoy el Ministerio Público, han sido incautados bienes que suman unos quince millones de euros y se han bloqueado cuentas con cerca de doce millones más.