El Centro de Recuperación de Animales Abandonados, a punto de llegar a las 2.000 adopciones

28/07/2011 - 13:13 B.P.O

 
Alrededor de 300 perros y gatos viven en el Centro de Recuperación de Animales Abandonados de Guadalajara.
 
 
Ninguno de ellos debería residir allí, sino en los hogares de las familias que un día quisieron adoptarles y que, después, decidieron abandonarles a su suerte. Para Ascensión Moranchel, la presidenta de la Asociación La Camada, que gestiona este centro municipal, es inconcebible que “haya tanta irresponsabilidad entre la gente”.
 
    Las grandes cifras de abandono de mascotas sólo se registran en España porque, según cuenta Moranchel, en el resto de Europa hay una mayor sensibilización. Como consecuencia del escaso valor que se le confiere a perros y gatos, muchos de ellos acaban en manos de perreras o, con suerte, de centros como el de Guadalajara, donde se les brinda no sólo alojamiento y cariño, sino también la oportunidad de volver a encontrar una familia de adopción. Este trabajo, no obstante, no está siendo fácil para La Camada.
 
   Cada vez son más los animales que llegan hasta las dos instalaciones que gestionan –una junto al puente árabe y la otra en la finca El Serranillo–. “No hay manos para atenderles ni dinero”, argumenta esta apasionada defensora de los animales. Cuando consiguen su objetivo, encontrar una familia que esté dispuesta a asumir la responsabilidad de cuidar de un animal hasta el resto de sus días, La Camada entrega las mascotas “esterilizadas, vacunadas y desparasitadas”. Además, hacen seguimiento de la adopción para asegurarse de que el perro o el gato se encuentran en buenas condiciones. Estos estrictos requisitos de adopción le han costado a La Camada más de una acusación de excesivamente selectivos. La asociación no piensa así. Considera que es su deber velar por que los animales no vuelvan a pasar por la experiencia del abandono o del maltrato.
 
   No en vano, en toda su historia –abrieron el 6 de junio de 2002– sólo han tenido que intervenir en un par de ocasiones para retirar la propiedad de un animal que había sido adoptado en el centro. El saldo de su gestión en este sentido es mucho más positivo, de ahí “que estemos a punto de alcanzar las 2.000 adopciones; vamos por 1.993”, señala Moranchel. Lo tendrán difícil para seguir equilibrando los ingresos de los perros y las altas por adopción, puesto que, según señala Moranchel, “en lo que va de mes, desde el 1 de julio, nos han llegado más de 30 perros y 40 gatos”. Muchos de ellos han tenido que ser trasladados a casas de acogida de voluntarios de la asociación. En otros casos, los animales han podido ser ubicados en alguno de los dos centros del Ayuntamiento. Aunque haciendo encaje de bolillos superen este tipo de situaciones de saturación, La Camada sigue considerando que es una “barbaridad tener 300 animales abandonados con una población de 83.000 personas”. Tampoco quieren que los animales se conviertan “en una cifra”, porque también necesitan mimos y atenciones. Por eso, una vez más, La Camada apela a la responsabilidad ciudadana y recuerda que todo animal que se adquiera es “para toda la vida”.