El Centro de Recuperación de Animales Abandonados seguirá siendo gestionado por “La Camada”

21/12/2010 - 11:41 Redacción

La Asociación “La Camada” seguirá gestionando el centro de recuperación de animales abandonados de Guadalajara durante los próximos años. Ha sido la ganadora del concurso realizado por el Ayuntamiento para la adjudicación de este servicio, convocatoria en la que se ha tenido muy en cuenta el hecho de que los animales recogidos no sean sacrificados. 
En el Centro de Recuperación suelen permanecer una media de 250 animales

El concejal de Medio Ambiente, Lorenzo Robisco, ha explicado que la adjudicación es por tres años más tres prórrogas de un año cada una. El Ayuntamiento aportará a la asociación 60.000 euros anuales para el desempeño de su labor. El Centro de Recuperación de Animales Abandonados se localiza en dos emplazamientos: junto al Zoo de Guadalajara y en la Finca del Serranillo.
Tal y como ha explicado la Presidenta de “La Camada”, Ascensión Moranchel, las cifras de abandono en Guadalajara son alarmantes. Si en 2009 se recogieron 327 animales, en 2010 se han recogido 475. De ellos, 50 han sido devueltos a sus propietarios al tratarse de extravíos y  215 perros y 60 gatos han sido dados en adopción. Además, parte de los animales se derivan a otras localidades europeas, y existen los apadrinamientos, que actualmente ascienden al medio centenar.
En los ocho años que “La Camada” lleva al frente de este servicio, se han recogido 1.900 animales. Todos ellos, a excepción de dos, han sido recuperados a pesar de que muchos llegan al centro en muy malas condiciones. La mayoría de estos animales suele ser perros de caza.
En el Centro de Recuperación suelen permanecer una media de 250 animales.
Ascensión Moranchel ha agradecido al Ayuntamiento su apoyo y ha destacado el hecho de que fuera pionero en poner en marcha un centro de estas características en 2002, “creado para dar vida y no para quitarla”. También ha destacado que una labor así no puede realizarse con ánimo de lucro sino con un fin humanitario y que dicho trabajo no sería posible sin ilusión, esperanza y el importante papel que juegan los voluntarios.