El Centro Oncológico trata a sus primeros pacientes mediante radioterapia
01/10/2010 - 09:45

Por: BEATRIZ PARIENTE
El pasado 26 de mayo, el Centro Oncológico de Guadalajara, gestionado por la empresa privada Instituto Madrileño de Oncología (IMO) y conveniado con la Consejería de Sanidad, inició el tratamiento para los pacientes procedentes de la vía pública en la provincia de Guadalajara.
Desde entonces, seis enfermos de cáncer se han beneficiado de la proximidad y la comodidad que ofrece esta instalación, ubicada en la calle Méjico. Antes, para tratar sus dolencias mediante radioterapia, tenían que desplazarse hasta clínicas conveniadas en la comunidad de Madrid, puesto que Guadalajara no disponía de esta tecnología médica de última generación.
Roberto Martín, enfermero de la Unidad de Radioterapia del Centro Oncológico, argumenta que la efectividad de esta técnica curativa es alta, aunque todo depende del grado en el que el cáncer esté avanzado. Si es un primario la efectividad es muy alta. Desde la propia sala de radioterapia, la técnico Eva Puente cuenta que este tratamiento se inicia con el análisis de la zona afectada y la planificación de la terapia. Después, la zona cancerosa es radiada de forma directa, colocando al paciente sobre una camilla y marcando los puntos donde debe recibir el tratamiento tanto en el propio cuerpo del paciente como a través de luces y de una plantilla diseñada a la medida de cada paciente. Con todo este proceso se consigue que la radiación afecte a menos tejido sano, apunta la técnico. De hecho, su precisión es tal que la radioterapia consigue ser mucho menos agresiva que la quimioterapia, como también lo son sus efectos secundarios.
Tres técnicos, un enfermero, un médico y una secretaria conforman la plantilla que trabaja en este área del centro, por el momento, sólo en el turno de mañana. Cuando las necesidades de tratamiento se incrementen, IMO tiene planeado duplicar el equipo de empleados, poniendo a disposición de los enfermos seis técnicos, dos enfermeros y dos médicos.
Además de tratamientos de radioterapia, el Centro Oncológico es el encargado de realizar las mamografías del plan regional de prevención de cáncer de mama promovido por la Consejería de Sanidad. En total, dispone de cuatro salas de consulta, un área para el diagnóstico de cáncer de mama, salas de radioterapia y radiofísica distribuidos en 1.600 metros cuadrados de superficie.
Este acuerdo del Sescam con el Grupo IMO evitará que cerca de 250 pacientes oncológicos de Guadalajara deban desplazarse fuera de la provincia para recibir sus tratamientos. Javier Vizcaíno es uno de los primeros pacientes que ha podido estrenar las instalaciones de IMO. Con sólo 24 años, ha tenido que enfrentarse a un cáncer del sistema linfático que, por fortuna, está a punto de superar. Hace sólo unos días inició su tratamiento de radioterapia en el centro de la calle Méjico del que ofrece su testimonio a continuación.
No sirve de nada lamentarse. Javier Vizcaíno. Paciente del Centro Oncológico
¿Cuándo le diagnosticaron el cáncer?
Hace un año me noté un dolor y fui al médico. Descartaron que pudiera ser una hernia y me hicieron más pruebas y me dijeron que era un tumor en el sistema linfático que se llama linfoma de Hopkins.
¿Cómo recibió la noticia?
Bien. Es una enfermedad más y, además, me dijeron que me lo habían cogido a tiempo, que era pequeño y que tenía cura.
¿En qué ha consistido su tratamiento?
Me tuvieron que dar quimioterapia y ahora radioterapia. Me dieron ocho sesiones de quimioterapia, una cada 15 días y tuve tiempo para esperar unos meses hasta que han empezado a darme la radioterapia para poder guardar semen, ya que me dijeron que tenía riesgo de quedarme estéril.
¿Ha permanecido de baja todo este tiempo? ¿Cómo ha trastocado la enfermedad tu vida?
Sí porque trabajaba en la construcción, de peón de albañil, y era imposible, porque el tratamiento me dejaba agotado. Por lo demás, he hecho lo mismo que si no hubiera tenido cáncer.
Algún mensaje a los que estén pasando por lo mismo.
No hay que darle vueltas. Hay que seguir adelante porque no sirve de nada lamentarse. Hay que seguir haciendo la vida normal hasta donde se pueda.
Roberto Martín, enfermero de la Unidad de Radioterapia del Centro Oncológico, argumenta que la efectividad de esta técnica curativa es alta, aunque todo depende del grado en el que el cáncer esté avanzado. Si es un primario la efectividad es muy alta. Desde la propia sala de radioterapia, la técnico Eva Puente cuenta que este tratamiento se inicia con el análisis de la zona afectada y la planificación de la terapia. Después, la zona cancerosa es radiada de forma directa, colocando al paciente sobre una camilla y marcando los puntos donde debe recibir el tratamiento tanto en el propio cuerpo del paciente como a través de luces y de una plantilla diseñada a la medida de cada paciente. Con todo este proceso se consigue que la radiación afecte a menos tejido sano, apunta la técnico. De hecho, su precisión es tal que la radioterapia consigue ser mucho menos agresiva que la quimioterapia, como también lo son sus efectos secundarios.
Tres técnicos, un enfermero, un médico y una secretaria conforman la plantilla que trabaja en este área del centro, por el momento, sólo en el turno de mañana. Cuando las necesidades de tratamiento se incrementen, IMO tiene planeado duplicar el equipo de empleados, poniendo a disposición de los enfermos seis técnicos, dos enfermeros y dos médicos.
Además de tratamientos de radioterapia, el Centro Oncológico es el encargado de realizar las mamografías del plan regional de prevención de cáncer de mama promovido por la Consejería de Sanidad. En total, dispone de cuatro salas de consulta, un área para el diagnóstico de cáncer de mama, salas de radioterapia y radiofísica distribuidos en 1.600 metros cuadrados de superficie.
Este acuerdo del Sescam con el Grupo IMO evitará que cerca de 250 pacientes oncológicos de Guadalajara deban desplazarse fuera de la provincia para recibir sus tratamientos. Javier Vizcaíno es uno de los primeros pacientes que ha podido estrenar las instalaciones de IMO. Con sólo 24 años, ha tenido que enfrentarse a un cáncer del sistema linfático que, por fortuna, está a punto de superar. Hace sólo unos días inició su tratamiento de radioterapia en el centro de la calle Méjico del que ofrece su testimonio a continuación.
No sirve de nada lamentarse. Javier Vizcaíno. Paciente del Centro Oncológico
¿Cuándo le diagnosticaron el cáncer?
Hace un año me noté un dolor y fui al médico. Descartaron que pudiera ser una hernia y me hicieron más pruebas y me dijeron que era un tumor en el sistema linfático que se llama linfoma de Hopkins.
¿Cómo recibió la noticia?
Bien. Es una enfermedad más y, además, me dijeron que me lo habían cogido a tiempo, que era pequeño y que tenía cura.
¿En qué ha consistido su tratamiento?
Me tuvieron que dar quimioterapia y ahora radioterapia. Me dieron ocho sesiones de quimioterapia, una cada 15 días y tuve tiempo para esperar unos meses hasta que han empezado a darme la radioterapia para poder guardar semen, ya que me dijeron que tenía riesgo de quedarme estéril.
¿Ha permanecido de baja todo este tiempo? ¿Cómo ha trastocado la enfermedad tu vida?
Sí porque trabajaba en la construcción, de peón de albañil, y era imposible, porque el tratamiento me dejaba agotado. Por lo demás, he hecho lo mismo que si no hubiera tenido cáncer.
Algún mensaje a los que estén pasando por lo mismo.
No hay que darle vueltas. Hay que seguir adelante porque no sirve de nada lamentarse. Hay que seguir haciendo la vida normal hasta donde se pueda.