El colegio Diocesano acerca el mundo del sacerdocio a una treintena de niños

19/02/2011 - 15:09 E.H.L

 
Juegos, una catequesis sobre el mundo del sacerdocio, una merienda y una oración protagonizaron el ‘programa de actos’ de la II Convivencia Vocacional que ayer por la tarde tuvo lugar en el Seminario Menor Diocesano. Una de las novedades de este encuentro fue el explicar a los pequeños asistentes, de entre 10 y 14 años, el nombramiento del nuevo obispo, Atilano Rodríguez, en sustitución de José Sánchez, a través del lema del Día del Seminario, ‘Sacerdote, don de Dios por el mundo’, que se celebrará el próximo 19 de marzo.
El Seminario Menor Diocesano de Guadalajara se llenó ayer de risas y la algarabía propia de los niños con la II Convivencia Vocacional que se extendió durante toda la tarde. Primero fueron unos juegos los que recibieron e integraron a más de una treintena de chicos de entre 10 y 14 años que se acercaron no sólo a disfrutar de una agradable tarde sino también a descubrir la vida cristiana y “motivarles por si quieren ser sacerdotes”, explicaba ayer uno de los responsables del encuentro, Juan Antonio Fernández García. Tras este rato de esparcimiento al aire libre, que fue posible gracias a que la lluvia concedió una pequeña tregua, luego llegaría el turno de una pequeña catequesis enfocada bajo el lema del Día del Seminario, que se celebrará el próximo 19 de marzo, Sacerdote, don de Dios por el mundo, en la que se acercó a los pequeños asistentes el mundo del sacerdocio. Precisamente aquí tuvo lugar una de las novedades de esta segunda edición de la convivencia, al abordar el reciente nombramiento del nuevo obispo de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, Atilano Rodríguez, en sustitución de José Sánchez. “Ya que don José ha cesado aprovechamos para sacar a relucir el cambio como un don que viene y otro que se va, mostándoselo como un puzzle”, explicaba Fernández. Las explicaciones fueron complementadas con unas dinámicas de grupo para amenizar la velada. Ya en torno a las 19.00 horas dio comienzo una merienda para todos los asistentes para a continuación dar pie al último de los actos programados en el encuentro vespertino, una oración en la capilla.