El convento de Santa Clara de Alcocer, en la Lista Roja por su estado "de abandono y ruina"
El Ayuntamiento lleva año y medio trabajando en la recuperación de este lugar, "con todavía ningún éxito", señala el alcalde.
El convento de Santa Clara de Alcocer se encuentra en tan mal estado que la Asociación Hispania Nostra acaba de incluirlo en su Lista Roja del Patrimonio. El alcalde, Borja Castro, ha expresado en Facebook su tristeza. "Me duele mucho ver esta noticia. (...) Me duele ver cómo ante nuestros ojos desaparecen restos de nuestra historia". Y recuerda que desde el Ayuntamiento "llevamos año y medio trabajando en la recuperación de este lugar, con todavía ningún éxito. Vamos a seguir trabajando y tocando todas las puertas necesarias para no dejar que se pierda nuestro rico patrimonio".
Sin un grado de protección específico, este monasterio es un edificio "masacrado y maltratado en numerosos atentados contra el patrimonio", según Hispania Nostra, que hace hincapié en que el tejado "amenaza con derrumbarse", algo que ya han sufrido la fachada frontal y posterior. Con todo, califican su estado "de abandono y ruina".
El convento se construyó entre los siglos XIII y XVI. Del edificio original que se vendió a ocho particulares quedan solo algunas estancias repartidas entre los dueños, como las habitaciones de las monjas o el molino. Lo más evidente es la iglesia donde fue enterrada Doña Mayor Guillén de Guzmán. "Es el edificio más definitorio de los vestigios del convento que a su mano derecha aguarda el molino con el mismo nombre del convento", explica Hispania Nostra. La fachada ha sido volada para abrir una puerta gigante de garaje e introducir maquinaria agrícola. Su tejado amenaza con derrumbarse, y tanto en la parte delantera como trasera de las fachadas hay signos evidentes de derrumbe por abandono.
"En la aldea despoblada de San Miguel del Monte, situada dentro del término de la villa de Alcocer, Doña Mayor Guillén asentó un monasterio clariso integrando en él bienes y derechos recibidos de Alfonso X. La vinculación de la patrona con el cenobio será estrecha, de manera que se dice que allí pasó los últimos años de su vida, encontrándose allí su lápida. El privilegio fundacional fue otorgado por ella misma el 22 de septiembre de 1260 y confirmado por Alonso X en noviembre de ese mismo año. Aquí se pueden intuir los indicios de una comunidad damianita previa, dispuesta por Santa Clara en el año 1252. Aún así, hay bastante debate sobre la fecha fundacional. La protección ofrecida en su fundación a la comunidad llegará al punto de considerarse una fundación regia, llegándose a titular como «Real Monasterio», pero a partir del siglo XIV se resiente por el abandono de la atención regia, sufriendo una decadencia material agravada por episodios bélicos y extorsiones burocráticas. El deterioro del monasterio, al cual acompaña una posible mudanza temporal de la comunidad, y lo aislado de su situación, lleva a trasladarlo al interior de la Villa de Alcocer. Enrique II expidió el 7 de julio de 1373 la oportuna licencia real, que muy posiblemente ya estuviera comenzada. En el año 1936 el convento fue saqueado y sus monjas expulsadas. Según García Paz afirma que en 1953 pasó a manos privadas, construyéndose ocho viviendas en su claustro y un molino en su templo".