El corazón de la ciudad acoge la boda de los 'Reyes'

 

  El ingenio de los organizadores, dada la crisis, ha dado sus frutos gracias al buen hacer de los actores y colaboradores que participan en el Tenorio Mendocino y todo lo que alrededor de este evento se desarrolla. De este modo, las dos novedades ideadas en esta edición por la apuntada escasez de recursos económicos han resultado ser un gran éxito. Para empezar, las visitas guiadas que tuvieron lugar en la jornada del pasado sábado por los distintos monumentos de la ciudad, rutas que guiaron dos de los personajes de más relevancia en la historia de Guadalajara, el duque del Infantado y Brianda de Mendoza, lograron reunir a numeroso público, que disfrutó de otra manera de este especial paseo por la ciudad. Siguiendo con las novedades, en el caso de ayer fue el casco histórico, principalmente la calle y la plaza Mayor y el propio Ayuntamiento capitalino los escenarios adecuados para lo que iba a acontecer.

 

   Los Reyes Felipe II e Isabel de Valoir volvieron un año más a la ciudad donde decidieron celebrar su alegría de recién casados. Damas y caballeros de la Corte, doncellas y bufones, soldados, monjas y cardenales, así como numerosos miembros de la familia Mendoza, arroparon a Sus Majestades desde la plaza de Moreno, desde la que partió la comitiva real. Con la solemnidad y sencillez del único sonido de los tambores, Don Felipe y Doña Isabel, cogidos de la mano y escoltados mientras les sostenían sus capas, descendieron la calle Mayor mientras numerosos ciudadanos contemplaban el desfile. Una vez en la plaza Mayor y al grito de ¡Viva los Reyes!, comenzó un bello baile mendocino fielmente representando por los actores. En total, en torno a 70 personajes participaron en el cortejo. Tras la finalización de los bailes, todos volvieron a hacer fila para dirigirse a la plaza de Santa María, para lo que recorrieron Miguel Fluiters e Ingeniero Mariño. Una vez llegados al destino, allí evocaron una vez más la Guadalajara del siglo XVI hasta que, un poco más tarde, comenzaría el segundo y último pase de esta edición del Tenorio Mendocino.

 

   Gran éxito de público

 

Decenas, varios cientos de personas siguieron los actos, los de ayer y también los que se han sucedido a lo largo del fin de semana. La temperatura ha acompañado, de hecho, el alcalde, Antonio Román, calificaba el clima como de “una primavera otoñal”, y lo cierto es que las calles del centro de la capital han lucido muy transitadas, quizá también porque se trataba de víspera de festivo. En este sentido, Román, que asistió a los actos del Tenorio junto a una nutrida representación de su equipo de Gobierno, destacaba el éxito cosechado por esta nueva edición del Tenorio Mendocino y de todo lo que en esta ocasión le ha rodeado.

 

  En el caso del cortejo real de la tarde de este lunes, el alcalde se mostró contento por que Gentes de Guadalajara haya escogido la plaza Mayor y la fachada del Ayuntamiento para llevarlo a cabo. “Estamos encantados”, señalaba Román, satisfecho al comprobar cómo los actos del Tenorio han contribuido a dar vida al casco histórico, a su comercio y a su hostelería, uno de los afanes del actual equipo de Gobierno. A juicio del alcalde, el Tenorio se trata de un “fenómeno cultural y turístico” que este año, además, ha añadido gastronomía y patrimonio histórico-artístico, y por eso el Ayuntamiento seguirá apoyando a Gentes de Guadalajara “porque creo que hacen una labor impagable”.