El Corpus desfiló con cinco alfombras "evangilizadoras"
11/06/2012 - 12:02
La procesión del Corpus Christi va cobrando mayor importancia en la capital de Guadalajara cada año que pasa. Este año de hecho, fueron en total cinco las alfombras que pisó la comitiva, aunque se mantuvo como principal la de la calle Miguel Fluiters, con 70 metros de longitud y con toda una catequesis en sus representaciones. Las autoridades de la provincia, encabezados por el alcalde de Guadalajara, Antonio Román, acompañaron al vicario general Eugenio Abad, dado que el obispo Atilano se encontraba en Sigüenza. Por otro lado, la banda encargada de amenizar el recorrido por las calles.
El día grande del Corpus Christi, marcado en el calendario pastoral de la Iglesia como el domingo de la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Jesucristo, se celebró ayer por todo lo alto en Guadalajara capital, a pesar de que el jueves, día del Corpus propiamente dicho, fue festivo en toda Castilla-La Mancha. Pero independientemente del día de la semana que fuera, los guadalajareños se volcaron con una fiesta que cada año atrae a más fieles y también, por qué no decirlo, a más curiosos.
Y es que el trabajo que se esconde detrás de las alfombras de serrín y arena no deja a nadie indiferente. Pero este año, y como novedad, además de la alfombra principal de la calle Miguel Fluiters, elaborada por la Cofradía de la Pasión del Señor, de la parroquia de Santiago Apóstol, se contaron otras cuatro alfombras, algunas ya con la tradición de los últimos años, pero otra, como la de la concatedral de Santa María, estrenándose en tan ilustre domingo. Custodiándola hasta la llegada de la procesión estaba Javier Bravo, hermano de la Cofradía de la Virgen de los Dolores.
La iniciativa surgió de un encuentro de las dos cofradías de este templo, como son la de los Dolores y la del Cristo Yacente, allá por el mes de noviembre. Allí vieron la posibilidad de enriquecer aún más si cabe esta cita para los fieles de la capital, y dicho y hecho se pusieron manos a la obra para crear una alfombra en el pórtico de la concatedral, que mostraba los símbolos del cáliz con el pan y las uvas, los dos escudos de las cofradías, el Alfa y el Omega, el símbolo del Corazón y la Cruz de Jerusalén (que representan a las dos hermandades, respectivamente) y la culminación de la paloma de la paloma de la Paz.
Estuvimos trabajando todo el día de ayer por el sábado desde las 8.30 horas hasta las 21.00, y realmente estamos muy satisfechos con el resultado, pues tratándose de la concatedral no podía ser que no aportase su alfombra a esta festividad, señaló Javier, mientras esperaba que la Custodia, que había salido hacía unos minutos de este templo, regresase alrededor de las 13.00 horas para la celebración de la bendición con la sagrada forma en el escenario que se había instalado frente al pórtico.
A esta alfombra, elaborada por arena teñida de varios colores, se sumaron las de las iglesias de San Ginés, San Nicolás y la que se instala en Bejanque. Pero la principal siguió siguiendo la de Santiago Apóstol, que fue fotografiada en incontables ocasiones desde primera hora de la mañana.
Con una superficie de 70 metros de largo por cinco de ancho, más de 1.200 kilos de serrín y 25 litros de tinte de varios colores, la alfombra se convirtió en todo un reclamo para guadalajareños y visitantes. Félix de la Cruz, responsable del diseño, admiraba su obra antes de que la procesión la pisase y acabase por borrar el mensaje.
Este 2012 es el Año Internacional de la Nueva Evangelización, además de que acoge las Jornadas Mundiales de los Medios Sociales. Por ello en la alfombra están representados los cuatro evangelistas, que 2.000 años después siguen llevando la palabra de Cristo, señaló Félix, añadiendo que al encontrarnos en Pentecostés, también se ha querido representar al Espíritu Santo en forma de lengua, haciendo referencia de esta forma al don del entendimiento.
La Virgen María no podía faltar en lo que el diseñador calificó ayer como una casi catequesis, además de una referencia al Camino de Emaús que Jesús Indica a los apóstoles, y posteriormente, Cristo partiendo el pan, que será ahí cuando le reconozcan. Los escudos de la cofradía y los de la ciudad de Guadalajara también fueron representados con serrín en el suelo de la calle Miguel Fluiters, sin faltar la funda de diamante, símbolo de Guadalajara por el Palacio del Infantado.
Para concluir, la paloma de la Santísima Trinidad. No se trata de la paloma de la Paz, pues ésta está coronada, explicaba el diseñador de la alfombra, sin querer dejar atrás las muchas caras de jóvenes que están representadas, pues son los actuales evangelizadores de la Iglesia.
Una vez que se plasmó el mensaje en el diseño, que ha sido la parte más fácil, se procedió a la plasmación en el suelo. Esto ha sido un trabajo de cerca de 80 niños y sus padres, todos miembros de la Cofradía, que desde las 8.30 horas hasta las 21.00 trabajaron en rellenar el dibujo, señaló Félix, subrayando que en total se repartieron 275 camisetas entre los participantes. Esta actividad está pensada para los niños, encargados de colocar el serrín una vez que hemos mezclado el agua con el tinto y añadida la arena, y se ha batido todo.
Pero la jornada no fue sólo trabajo, pues se vivió como un día de hermandad entre los asiduos a esta parroquia del centro de la capital. Las cofradías no sólo trabajamos los cuatro días de Semana Santa. Nosotros tenemos durante el año un programa de actividades y convivencias, como son el Corpus, el día de Santiago Apóstol 25 de julio, la jornada de reunión de todas las cofradías y el día de Reyes, explicó este miembro de la Hermandad de la Pasión del Señor.
Con todo, aseguran que el esfuerzo está recompensado con las visitas de la gente que viene expresamente a ver el resultado, y también como forma de mantener una tradición que ya tiene 16 años.
Sobre las calles del recorrido de la procesión que no estaban cubiertas por estas catequesis en forma de alfombra se habían esparcido ramas de cantueso, lo que daba un olor especial e inmejorable a esta cita religiosa, celebrada en una mañana que, lejos de estar protagonizada por el calor, se disfrutaba con una temperatura más que agradable.
Calles engalanadas
Tras la eucaristía en la concatedral, presidida este año por el vicario general Eugenio Abad, dado que el obispo Atilano Rodríguez ofició la misa de la catedral de Sigüenza, partió la procesión por las calles de la ciudad, engalanadas para la ocasión. No faltó la Cofradía de los Apóstoles, acompañados cada uno de ellos por numerosos niños vestidos la mayoría con los pomposos trajes con los que comulgaron por primera vez este año. Los padres, sin perderlos de vista, los colocaban y les hacían fotografías, sabedores de que sería la última vez que les verían con estos atuendos. Los balcones de los edificios eran lugares privilegiados para ver a la comitiva, que estaba encabezada por dos tambores y dos dulzainas que amenizaban el recorrido.
Para concluir, y después de las numerosas autoridades que acudieron a la cita el alcalde de la capital, Antonio Román; concejales de su corporación; la presidenta de la Diputación, Ana Guarinos; el delegado de la Junta, José Luis Condado; representantes de los cuerpos y fuerzas de seguridad; y concejales y cargos del PSOE, entre otros cerraba la comitiva la banda de música de la Cofradía de La Columna de Alcalá de Henares.
De esta manera se salía al paso de la polémica con la Banda de Música Provincial, que participaba tradicionalmente en este y otros actos de la capital. Por otro lado, ayer se cumplieron siete años desde que procesiona el nuevo templete del Santísimo Sacramento, y que fue adquirido en 2006. Este día del Corpus coincidió, como es habitual, con el día nacional de la caridad y de Cáritas, por lo que era normal ver las mesas repartidas por la ciudad solicitando un donativo para la labor de este organismo de la Iglesia.