El curso de iniciación a la apicultura de Asapia reúne a 22 alumnos
01/10/2010 - 09:45
Marchamalo
El primer curso de iniciación a la apicultura de la asociación Asapia reunió ayer a 22 alumnos en el Centro Agrario de Marchamalo. Las conceptos sobre alimentación de las colmenas y renovación de la cera que aprendieron ayer los aplicarán hoy en Mohernando.
La Asociación de Apicultores de la Alcarria y demás comarcas de Castilla-La Mancha (Asapia) ha decidido poner en marcha, ante la demanda existente, el primer curso de iniciación al sector. Ayer tuvo lugar el primer bloquo teórico de los cinco en que se divide, y que se complementará con prácticas durante el fin de semana en la granja escuela El Encinar, en Mohernando.
El objetivo, según señaló ayer el técnico de dicha asociación, Sergio Viñuelas, es que una vez superadas estas lecciones la persona que asista sea capaz de desarrollar su actividad apícola de una forma básica y normal para empezar a tener sus colmenas.
Los próximos bloques versarán sobre reproducción, patología apícola, productos de colmenar y la legislación existente al respecto. Estos se impartirán en la época más idónea para poder realizar después las prácticas en el campo. Ahora lo interesante es alimentar y renovar cera, y lo importante, enseñárselo a los apicultores para que sus colmenas sean más productivas.
Un total de 22 alumnos participaron ayer en el Centro Agrícola de Marchamalo en esta primera clase impartida por un especialista en la materia, José Carmelo Salvachúa.
Éste se encargó de ofrecer consejos prácticos y una explicación cercana apoyada con material audiovisual a los alumnos, de todas las edades, y la experiencia que él también tiene como apicultor.
El novedad de la alimentación
Por ser ésta época una de las más propicias para alimentar a las colmenas, aunque todavía no es una práctica muy habitual entre los apicultores, la primera sesión trató este tema. En este sentido, el especialista quiso dejar claro que es necesario actuar de forma controlada y siempre con un objetivo. La finalidad de esta práctica es aumentar la productividad de la colmena cuando hay escasez de miel.
La percepción más generalizada es que las colmenas se alimentan a sí mismas, sin embargo, el especialista, insistió en que también necesitan un aporte. La alimentación puede ser de estímulo o apoyo. En el último caso, cuando no hay un aporte de miel suficiente se recomienda dejar unas colmenas sin catar para apoyar al resto, utilizar una alimentación en torta con alimentos naturales o hacer preparados con miel o sucedáneo. De esta forma se estimulan y permite aumentar la productividad de miel de romero, por ejemplo.
La renovación de la cera
La otra tarea a realizar en esta época es la renovación de la cera. A este respecto, Carmelo explicó que no existe una técnica específica, ya que la cera es un subproducto de la colmena, que se obtiene al final del proceso de obtención de la miel y tras la sustitución de los paneles viejos y rotos. Aún así, la mayor parte se pierde por la presencia de polillas o porque no se renueva a su debido tiempo.
Renovarlo en el tiempo adecuado es una de las tareas más difíciles, según Carmelo, ya que hay que hacerlo antes de que las crías empiecen a ocupar las celdas viejas. La mejor fecha es hacerlo entre los meses de febrero y marzo.
El especialista recalcó además la necesidad de utilizar para esta tarea un buen extractor. La pérdida de cera en este proceso está en torno al 30 o 40 por ciento.
Los métodos más comunes para separar la miel de los opérculos es con agua y prensado; también es posible adaptar un extractor de miel; hacerlo en una rotativa específica, mediante prensado y con la técnica conocida como continuo.
La antigüedad de la cera se distingue por su color, cuanto más oscura quiere decir que es más vieja, y viceversa. Son las propias abejas las que propician que se haga vieja en la colmena por las pequeñas partículas que incrustan en ella durante el proceso de elaboración de la miel. Por eso, este técnico recomienda renovar entre el 20 y el 30 % de la cera anualmente.
En el mercado suele encontrarse tanto cera rígida como blanda, la primera se distingue porque se rompe fácilmente.
Entre las aplicaciones y beneficios de la cera, este especialista de la apicultura recordó que es un ingrediente de los productos de droguería y cosmética. Antes solía utilizarse también en tuberías, para impermeabilizar chaquetas, e, incluso en el alumbrado.
El presidente de Asapia, José Luis Delgado, ha adelantado que tras el éxito conseguido en esta convocatoria desarrollarán a lo largo del año una serie de charlas en los pueblos de la provincia que tienen tradición apícola, como Maranchón, para ofrecerles información y solucionar las dudas que tengan.
El objetivo, según señaló ayer el técnico de dicha asociación, Sergio Viñuelas, es que una vez superadas estas lecciones la persona que asista sea capaz de desarrollar su actividad apícola de una forma básica y normal para empezar a tener sus colmenas.
Los próximos bloques versarán sobre reproducción, patología apícola, productos de colmenar y la legislación existente al respecto. Estos se impartirán en la época más idónea para poder realizar después las prácticas en el campo. Ahora lo interesante es alimentar y renovar cera, y lo importante, enseñárselo a los apicultores para que sus colmenas sean más productivas.
Un total de 22 alumnos participaron ayer en el Centro Agrícola de Marchamalo en esta primera clase impartida por un especialista en la materia, José Carmelo Salvachúa.
Éste se encargó de ofrecer consejos prácticos y una explicación cercana apoyada con material audiovisual a los alumnos, de todas las edades, y la experiencia que él también tiene como apicultor.
El novedad de la alimentación
Por ser ésta época una de las más propicias para alimentar a las colmenas, aunque todavía no es una práctica muy habitual entre los apicultores, la primera sesión trató este tema. En este sentido, el especialista quiso dejar claro que es necesario actuar de forma controlada y siempre con un objetivo. La finalidad de esta práctica es aumentar la productividad de la colmena cuando hay escasez de miel.
La percepción más generalizada es que las colmenas se alimentan a sí mismas, sin embargo, el especialista, insistió en que también necesitan un aporte. La alimentación puede ser de estímulo o apoyo. En el último caso, cuando no hay un aporte de miel suficiente se recomienda dejar unas colmenas sin catar para apoyar al resto, utilizar una alimentación en torta con alimentos naturales o hacer preparados con miel o sucedáneo. De esta forma se estimulan y permite aumentar la productividad de miel de romero, por ejemplo.
La renovación de la cera
La otra tarea a realizar en esta época es la renovación de la cera. A este respecto, Carmelo explicó que no existe una técnica específica, ya que la cera es un subproducto de la colmena, que se obtiene al final del proceso de obtención de la miel y tras la sustitución de los paneles viejos y rotos. Aún así, la mayor parte se pierde por la presencia de polillas o porque no se renueva a su debido tiempo.
Renovarlo en el tiempo adecuado es una de las tareas más difíciles, según Carmelo, ya que hay que hacerlo antes de que las crías empiecen a ocupar las celdas viejas. La mejor fecha es hacerlo entre los meses de febrero y marzo.
El especialista recalcó además la necesidad de utilizar para esta tarea un buen extractor. La pérdida de cera en este proceso está en torno al 30 o 40 por ciento.
Los métodos más comunes para separar la miel de los opérculos es con agua y prensado; también es posible adaptar un extractor de miel; hacerlo en una rotativa específica, mediante prensado y con la técnica conocida como continuo.
La antigüedad de la cera se distingue por su color, cuanto más oscura quiere decir que es más vieja, y viceversa. Son las propias abejas las que propician que se haga vieja en la colmena por las pequeñas partículas que incrustan en ella durante el proceso de elaboración de la miel. Por eso, este técnico recomienda renovar entre el 20 y el 30 % de la cera anualmente.
En el mercado suele encontrarse tanto cera rígida como blanda, la primera se distingue porque se rompe fácilmente.
Entre las aplicaciones y beneficios de la cera, este especialista de la apicultura recordó que es un ingrediente de los productos de droguería y cosmética. Antes solía utilizarse también en tuberías, para impermeabilizar chaquetas, e, incluso en el alumbrado.
El presidente de Asapia, José Luis Delgado, ha adelantado que tras el éxito conseguido en esta convocatoria desarrollarán a lo largo del año una serie de charlas en los pueblos de la provincia que tienen tradición apícola, como Maranchón, para ofrecerles información y solucionar las dudas que tengan.