El de Adoratrices se convertirá en el ‘parking’ público más grande de la capital en ocho meses

El antiguo recinto ferial acogerá en su subsuelo, en cuestión de ocho meses, el que se convertirá en el aparcamiento público más grande de la capital, con capacidad para 420 vehículos. Así lo anunció ayer el alcalde de Guadalajara, Antonio Román, que presentó los detalles del proyecto en compañía del concejal de Obras, Jaime Carnicero. Ambos se mostraron confiados en que Urbaser, la empresa que ha resultado adjudicataria de las obras, pueda llevar a cabo el proyecto, a pesar de su gran envergadura, en este plazo, y a pesar también de su “temor” inicial de que no pudiera ser así, como manifestó el propio alcalde. Y es que hay que recordar que la construcción de este aparcamiento, junto a la recuperación de estos terrenos como zona verde, es uno de los proyectos que se financiarán este año con el Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad del Gobierno (FEES), y que para que éste lo costee al 100 por 100 tendrá que estar terminado y recepcionado por el Ayuntamiento de Guadalajara antes de que termine el año –salvo que se produzcan causas justificadas que puedan prorrogarlo algo más, como que llueva durante todo julio, como bromeó Carnicero–. Para conseguirlo, como tranquilizó el concejal, se van a poner en práctica avances técnicos que lo posibiliten, “se van a solapar trabajos” y “se va a tener que trabajar de lunes a domingo y doblando turnos”. Por otra parte, la zona donde sobre la que se va actuar permite que se trabaje en ella sin necesidad de hacer pilotajes ni cimentaciones especiales, tal y como determinó el estudio geotécnico que se elaboró antes de idear este proyecto, como recordó Carnicero.
Una vez firmada el acta de replanteo, el pasado viernes, “las obras comenzarán con carácter inmediato”, aseguró ayer Román. De hecho, ya se han colocado vallas de seguridad en el perímetro de la parcela sobre la que se va a actuar y los operarios ya han comenzado a informar a los vecinos y usuarios –del que hasta ahora era utilizado como aparcamiento gratuito– de que deben retirar sus vehículos o será la grúa la que lo haga en su lugar. Durante los próximos ocho meses, la Policía Local establecerá además un plan especial de movilidad en la zona para reducir al máximo las molestias para conductores y peatones y, sobre todo, para regular la salida y entrada de camiones de la obra, que en estos primeros meses se producirá por la calle Santa María Micaela, para entorpecer lo menos posible el tráfico en la calle Ferial y en la avenida de Castilla, dos vías principales de la ciudad.

Continuidad para el parque
El proyecto completo se desarrollará sobre la parcela restante del que fue durante años el recinto ferial de la ciudad, que consta de más de 18.000 metros cuadrados de extensión. En superficie se creará un parque que dará continuidad al recientemente construido en la otra parte de la parcela, la más cercana al paseo de San Roque, llamado Adoratrices. En él se habilitarán tres aparcamientos de bicicletas –con diez aparcabicis por base–, dos zonas de juegos infantiles, gimnasia y minipistas de patinaje, una amplia pista polideportiva, tres áreas de estancia y descanso y se colocarán nuevas papeleras, bancos y taludes de piedra que contribuirán a mejorar la imagen del Panteón de la Duquesa de la Vega del Pozo, Bien de Interés Cultural, que “ganará aún más en presencia”, como aseguró el alcalde. En este sentido, el proyecto ha respetado finalmente al menos una treintena de árboles, concretamente castaños, de gran envergadura, que seguirán aportando sombra junto a los de nueva plantación previstos, plataneros, cedros, arces, ciruelos y otros arbustos y plantas aromáticas.
Además, según aseguró Carnicero, también se conservará y se rehabilitará parte del histórico muro que linda con la calle Ferial.
El coste total de la creación del parque asciende a más de 1.300.000 euros y es una de las mejoras del proyecto presentadas por Urbaser.

Un gran aparcamiento
Por su parte, ya bajo tierra, el aparcamiento ocupará 11.255 metros cuadrados y tendrá capacidad para 420 plazas divididas en dos plantas bajo rasante. El sótano 1 contará con 193 plazas estándar, 10 plazas para vehículos eléctricos –con las tomas necesarias para recargar las baterías, instalación que convertirá a este parking en el primero en disponer de este servicio en la capital– y cuatro plazas más para personas discapacitadas. El sótano 2 dispondrá de 208 plazas estándar y cinco para minusválidos. La superficie útil será de 10.744 metros cuadrados. Estas características convertirán a este aparcamiento subterráneo en el más grande de carácter público de la ciudad y en el segundo más grande de los construidos en Guadalajara, sólo por detrás del que se habilitó bajo los campos de fútbol del colegio Salesianos, en su caso privado, como indicó Román. Además, viene a cubrir “la demanda” de los vecinos, pues muchas de las plazas se pondrán a disposición de los residentes –que podrán adquirirlas– y el resto, la mayoría, serán de rotación para el uso del resto de los ciudadanos a unos precios que “trataremos de que sean económicos”, dijo el alcalde.
Tanto el acceso como la salida del aparcamiento, en el caso de los vehículos, se habilitará en la calle Ferial. La entrada se realizará muy cerca del cruce de esta vía con la calle Santa María Micaela, mientras que la salida podrá efectuarse metros atrás, cerca de la confluencia de la calle Ferial con la calle Alonso Núñez de Reinoso. Los peatones, por su parte, podrán entrar y salir del aparcamiento a través de tres puntos que se situarán en diferentes ubicaciones de la zona verde que rematará el aparcamiento en superficie.
Se trata de “un proyecto muy atractivo”, terminó diciendo Román, “que va a tener un resultado, estéticamente, muy positivo, pero que además, no sólo cubre el apartado medioambiental, sino que también cubre el de la movilidad y el de la sostenibilidad”.