El Depor y el Talavera decepcionan en el Escartín

19/11/2016 - 19:36 Ana G. Hernández

El partido comenzó eléctrico, pero se le cortó la chispa según transcurrían los minutos. No en vano, Deportivo Guadalajara y Talavera no fueron capaces de pasar del empate sin goles en el Escartín.

El partido comenzó eléctrico, pero se le cortó la chispa según transcurrían los minutos. No en vano, Deportivo Guadalajara y Talavera no fueron capaces de pasar del empate sin goles en el Escartín.

El duelo prometía y su comienzo lo corroboraba. No en vano, en el minuto 3, Fernández Añonuevo  anulaba un gol al Depor por fuera de juego. Los protagonistas fueron los mismos que hace una semana en Villarrubia: Borja Cabanillas la ponía al corazón del área y Óscar García remataba al fondo de las mallas. El problema, que el ariete se había adelantado a la defensa cerámica. Sin tiempo que perder y con el Talavera haciéndose aún al partido y al sistema deportivista, los morados volvían a la carga, aunque en esta ocasión en las botas de Pesca que lo probaba desde la frontal. Más tarde era Martínez de Quel el que probaba por primera vez a Sergio Arenas. Córner de Borja Cabanillas al corazón del área y remate picado del central que salvó el portero visitante con ciertos apuros. Y es que, el conjunto local había empezado más metido que su rival en estos primeros compases. De hecho, se tuvo que esperar hasta el cuarto de hora para que los talaveranos empezaran a carburar demostrando por qué van los primeros. 

Solidos atrás, dominadores y con la presión muy arriba, el Talavera buscaba abrir el marcador en el Escartín. Y pudo hacerlo después de un error de Javi Robles que dio, sin pretenderlo, una gran asistencia a Jesús Jiménez. El delantero, solo ante Yelco, se dejó comer la tostada por la zaga morada. En el 24, era Melchor el que lo intentaba desde la frontal. Sin embargo, los talaveranos tuvieron que esperar hasta el 44 para volver a tener otra ocasión. Fue en botas de Garbán que puso la directa hacia la portería rival y que tuvo que salvar in extremis el propio Yelco. Antes, el Depor había tenido otra a su disposición tras una gran jugada de Borja Cabanillas que repelió la defensa hacia José Vega que, solo como Jesús Jiménez minutos atrás, se hacía un lío a escasos metros de Sergio Arenas.

Pero la primera parte acabó sin que el partido entre los dos mejores de la liga hasta el momento se rompiera. El Depor y el Talavera tenían más miedo a perder que ganas de ganar. Y la segunda mitad empezó por los mismos derroteros que acabó la primera, es decir, con mucho respeto por parte de ambos contendientes. Eso sí, era el cuadro blanquiazul, ayer de rosa, el primero en intentarlo. Era el minuto 53 y Yhavé aprovechaba un rechace para chutar con potencia hacia la escuadra, pero su remate se marchó un pelín desviado. Mejor precisión tuvo el de Jesús Jiménez en el minuto 67. Era otro disparo desde fuera del área y, en esta ocasión, Yelco se tuvo que emplear a fondo para desviar a saque de esquina. 

Sin mucho más transcurría el partido. Y es que, la falta de precisión en los últimos metros más que de ideas estaba lastrando el duelo. Ninguno de los dos equipos estaban ejecutando bien los pases, controles e incluso los tiros. De hecho, el Depor parecía incapaz de sacar con eficacia el balón de su parte del campo, mientras que el Talavera era también incapaz de aprovecharlo. No en vano, la segunda parte estaba añadiendo aún más tedio al que, sin duda alguna, era el partido más atractivo de la jornada en la Tercera castellano-manchega. 

El guión se repetía: el Depor intentaba jugar en largo en busca de sus puntas, mientras que su rival hacía lo propio pero por dentro. Sin embargo, las defensas estaban ganando la partida en todo momento a los atacantes. Unos atacantes que, en ambos conjuntos, estuvieron por lo general poco afortunados, por decirlo de alguna manera.

Y el tercer disparo de esta segunda parte llegó a falta de cinco minutos para el final. Lo realizó Melchor desde el pico del área. La réplica la dio Adighibe desde 30 metros. Era el 87 y los morados disparaban por primera vez a la portería de Sergio Arenas, aunque  no entre los tres palos. Con pérdidas de tiempo por parte de ambos equipos murió un partido que prometió más de lo que dio. Y es que, hasta la fecha, se trata del partido más aburrido que se ha visto en el Pedro Escartín. El miedo a perder se impuso.