El descenso del Depor

Es el mes de mayo tiempo de primeras comuniones, bodas y eventos familiares y también lo es de finalización de la temporada deportiva con los éxitos y fracasos consecuencia del trabajo realizado durante todo el año.  Lo que mal anda, mal acaba, dice la sabiduría popular y así se ha cumplido, por desgracia, con el equipo de nuestra ciudad. El Deportivo Guadalajara vuelve al pozo de la Tercera División tras un curso con demasiados despropósitos. El primero, conformar una plantilla totalmente renovada respecto al año anterior, lo que exige tiempo para la adaptación. El segundo, la sucesión de hasta tres entrenadores distintos en el banquillo, cada cual con sus planteamientos o sistemas. Y todo ello cobrando tarde y mal, lo que no anima al vestuario. La consecuencia, el desastre deportivo para el que no sirven excusas. Es difícil reconquistar la categoría y más, posiblemente, recobrar la ilusión, pero no queda más remedio que pasar página, cerrar capítulo y volver a soñar. Cuestión de paciencia, inteligencia y confianza. Al menos sabemos que hay una cabeza visible que desde hace quince años se ocupa del día a día del club, con sus aciertos, lo elevó a la gloria y lo profesionalizó, y sus fallos, porque está claro que si se ha llegado a esta triste realidad es porque se han hecho muchas cosas mal. De los fracasos hay que aprender y sacar conclusiones para no volver a repetir errores. Es momento de tristeza, pero también de humildad, reflexión, análisis, de rectificación y de afrontar el mañana desde la experiencia y un mejor planteamiento deportivo y empresarial.  Vaya pues nuestro apoyo a Germán Retuerta en este duro trance, pero también apasionante reto que tiene por delante, empezar de nuevo a remar para llevarnos, otra vez, al puerto que no debimos abandonar. La afición y la ciudad entera, hoy hundidas en la desazón y la indignación, deben jalear a los jugadores que en agosto salten dispuestos a protagonizar el cambio de era. Cabe recordar que ya hubo una vez un equipo que estuvo dos temporadas en el ‘infierno’ de la Segunda y años después fue finalista de la Champions y tal vez pronto sea hasta campeón. Si alguien se lo hubiese dicho entonces habría sido tachado de loco o de iluso y ahí están. Intentemos nosotros recorrer el camino hacia la gloria y mientras tanto felicitemos a quienes sí han saboreado las mieles del éxito como el Azuqueca, al que deseamos la mejor de las suertes en su play off de ascenso o el Marchamalo, Balonmano Guadalajara, equipos de baloncesto, las chicas del Seat Amarco…