
El desmantelamiento de la José Cabrera afronta el corte de la vasija del reactor
16/07/2014 - 15:55
El desmantelamiento de la central nuclear José Cabrera, en Almonacid de Zorita, avanza con la vista puesta en finalizar en 2017, año en el que está previsto entregar los terrenos a su propietario. Dentro de este complejo proceso que comenzó en 2010, este miércoles se inicio uno de los hechos más relevantes, según el director del Desmantelamiento, Manuel Rodríguez Silva, durante una jornada informativa celebrada en las instalaciones. Se trata del corte de la vasija del reactor, el último paso para finalizar el desmantelamiento integral de este gran componente. La operación, según Silva, es pionera en nuestro país. Nunca se había realizado algo similar, y nos marca el camino final del desmantelamiento. De esta forma se sobrepasa el ecuador de este proceso que lleva a cabo Enresa, y que se encuentra actualmente al 60 por ciento.
El corte de la vasija supondrá seis meses de trabajo, hasta febrero de 2015. Así, el próximo reto es la segmentación de la vasija con una sistemática similar a la realizada en los internos del reactor. Vamos a producir unas 120 piezas y a llenar unas 20 unidades de almacenamiento que irán íntegramente al almacén de residuos radiactivos de El Cabril, en Córdoba. Para llegar a este punto, la vasija ha tenido que ser extraída de su cavidad original la cavidad de recarga y trasladada a la piscina anexa en la que se almacenaba el combustible gastado durante la etapa de operación, donde se realizan las tareas de corte. En la ejecución de esta maniobra de traslado de la vasija, fabricada en acero al carbono y con un peso aproximado de 90 toneladas, se emplearon un total de 10 horas. Además, dado que el rescate se hacía en agua, el peso aumentó hasta las 120 toneladas, con lo que la grúa original del edificio de contención no podía con ella, explicó Manuel Rodríguez.
Por ello fue necesario instalar un sistema especial capaz de desplazar cargas de 160 toneladas.
De manera previa a esta maniobra de traslado, fue necesario acometer una serie de trabajos necesarios para el buen desarrollo de la misma. Así, se retiraron los anillos de sellado y blindaje que rodeaban las parte superior de la vasija, se cortaron las toberas y conductos de inyección de seguridad así como los tubos guía de los equipos de instrumentación, se desmontó el revestimiento térmico de la vasija y se realizó el montaje en el foso de la estructura de soporte sobre la que se ha colocado la vasija para su segmentación. En esta posición, se subió el nivel del agua y comenzó el corte. En estos momentos hay una herramienta de corte en el interior de la vasija que está cortando una primera pieza, explicó el director del Desmantelamiento, quien recordó que ésta es una de las pocas veces en el mundo que se ha hecho una operación similar.
El primero de los cortes se produjo, según estaba previsto, justo en el fondo de la vasija. Es un corte de una pieza hexagonal con una sierra circular que ya está montada que va a permitir la colocación de la columna en la que luego se van a sujetar el resto de sierras que van a cortar circunferencialmente la vasija. En este sentido, Rodríguez Silva recalcó que en el mundo sólo se ha desmantelado una decena de reactores comerciales, y de ellos solamente se ha segmentado la mitad.