El desmontaje de los elementos radiológicos de la José Cabrera durará tres años

13/12/2011 - 22:03 M.T.A

 
   La central nuclear José Cabrera ha entrado en la fase clave del proceso de desmantelamiento. Enresa ha empezado a desmontar ya algunos elementos radiológicos del edificio de contención y está previsto que a principios del próximo año comience la segmentación y corte de los elementos internos del reactor. Una etapa que se prolongará durante tres años y en la que se gestionarán 440 toneladas de residuos radiactivos procedentes del circuito primario, de las que 40, de alta actividad, se depositarán en cuatro contenedores en el ATI. Estos trabajos serán un hito en la historia nuclear española, avalada por la experiencia de Enresa en la gestión de residuos en otras instalaciones.


  Tras las actividades preparatorias de los últimos meses, Enresa ha comenzado ya a desmontar los elementos radiológicos de la central nuclear José Cabrera, y se prevé que en los primeros meses de 2012 empiece a segmentar y cortar la estructura del reactor. Así lo confirmó ayer el director del desmantelamiento, Manuel Rodríguez, que hizo balance en la propia planta de las actividades realizadas a lo largo de este año en la instalación y de las que restan hasta la conclusión del desmantelamiento en 2016.

  El desmontaje de las partes activas ha empezado a hacerse realidad después de que el Consejo de Seguridad Nuclear, el pasado 10 de noviembre, diera el visto bueno a los nuevos sistemas de ventilación que se han instalado en los edificios de contención y auxiliar, necesarios para esta nueva etapa. Estos primeros trabajos se están centrando en el desmontaje de los sistemas de vapor principal, los de tratamiento de los residuos gaseosos y los de instrumentación nuclear para el seguimiento de la potencia del reactor.

  En los próximos días, concretamente a partir del próximo día 19 llegarán a la central los trabajadores de Westinghouse de Suiza que serán los encargados de llevar a cabo la segmentación y corte del reactor. Esta etapa, la número 3 en el proceso de desmantelamiento, será “la más relevante y compleja”, como apuntó ayer el director del desmantelamiento, ya que se retirará el núcleo de la José Cabrera. Se prolongará durante tres años, si bien, durante este tiempo, apenas habrá cambios en el exterior de la instalación, ya que todo se llevará a cabo en el interior, y será a partir de 2015, una vez que se haya vaciado el interior cuando empiecen a demolerse los edificios actuales y entonces sí, la fisonomía de la central cambiará radicalmente.

  De esta forma están prácticamente concluidas las actividades preparatorias y necesarias para llevar a cabo este complejo proceso, tan sólo faltan “pequeños remates”, según Rodríguez, y repasar y verificar la impermeabilidad de la cavidad del edificio de contención en el que se llevarán a cabo las tareas de corte de los elementos del reactor, que se realizarán siempre bajo agua. Las herramientas que se utilizarán en la segmentación serán diamantadas, ya que evitan la generación de gases y vapores y tan solo desprenden virutas que son fáciles de recoger.

  Las máquinas, de Westinghouse de Suiza, se han probado con éxito en el país suizo y ya están en Zorita a falta de que se proceda a su colocación en los próximos días. Estas funcionarán por control remoto de forma que desde un puente ubicado en el edificio de contención dos personas manejarán la máquina. Tendrá dos pértigas, una que sujetará la pieza a cortar y otra que sostendrá la herramienta de corte.

  Estos trabajos se llevarán a cabo conforme a un detallado plan de segmentación. Primero se quitarán los elementos internos superiores, y tras su segmentación, el resto de los internos. El desmontaje de los elementos radiológicos del circuito primario y del reactor suponen un hito en la historia nuclear española, ya que la José Cabrera será la primera central nuclear que se desmantele en su totalidad, es decir, que en 2016, el espacio que ocupa actualmente volverá a estar vacío y disponible para otros usos que quiera darle su propietaria.

  Pero hasta llegar a este momento ha sido preciso un largo trabajo de preparación y adecuación de las instalaciones a su nueva etapa desde que se cerró la planta el 30 de abril de 2006 hasta el 11 de febrero 2010, centrado fundamentalmente en la extracción del combustible gastado del interior de la piscina al Almacén Temporal Individualizado (ATI), y posteriormente a esta fecha en la que Enresa