El Día del Árbol en Quer cumple diez años
24/03/2014 - 15:53
El Día del Arbol de Quer ha cumplido hoy diez años. Lo ha hecho volviendo al mismo lugar en el que en el que empezara en 2004. Parece que los astros se habían confabulado para propiciar una jornada fértil.
La lluvia caída ayer había reblandecido la tierra lo suficiente como para facilitar el trabajo de los más de 200 seteros de todas las edades que se han acercado en la mañana de hoy hasta el camino del Lagar, que desemboca en el antiguo lavadero. En aquel entorno, los seteros han unido a la tierra 100 árboles entre olmos, arces negundos y arces platanoides. A partir de las doce de la mañana comenzaba el peregrinar de las familias seteras hasta el paraje elegido este año. A eso de las doce y media de la mañana, más de doscientas personas trabajaban en entorno del camino, balcón privilegiado sobre la ZEPA, que asomaba al otro lado del arroyo de las Mochas.
A pocos, metros, el lavadero, fiel reflejo de la forma de vida de los mayores, hace tan sólo unas generaciones. El lavadero de Quer fue cubierto y remodelado por última vez en el año 1966. Anteriormente siempre hubo en el mismo lugar pilas de agua dedicadas a este fin, común en los pueblos de la Guadalajara rural antes de la década de los ochenta. El alcalde de Quer, José Ramón Calvo, recordaba esta mañana la efeméride del décimo aniversario del Día del Arbol setero. En el año 2004 éramos sólo quince personas, hoy somos doscientas, unidas en el propósito de cuidar el medio ambiente y nuestro entorno, destacó.
Como cada año, los mayores daban buen ejemplo de cómo se maneja la azada, mostrando a sus nietos la profundidad que debían tener los agujeros para albergar en ellos la vida de los árboles. Al terminar, eran los niños quienes se encargaban de regar el hoyo para unir definitivamente las raíces a la tierra. Mientras tanto, un grupo de voluntarios ponía a punto la parrilla para que todos los seteros compartieran el aperitivo. Alejandro Rodríguez es uno de los niños seteros que ha crecido con la tradición de este día tan especial en Quer.
Me gusta volver a los árboles que he plantado estos años, decía esta mañana. Silvester Okiroko, un nigeriano de nacimiento que lleva ya varios años afincando en Quer, también bajó junto a su familia a celebrar el Día del Arbol. Además de plantar los árboles, lo pasamos bien, rodeados de buena gente, destacaba Silvester. Al filo de las dos de la tarde, llegó el momento más emotivo de la mañana. Justo al lado del lavadero, en el mismo centro de la escena, había quedado reservado el árbol más grande de todos.
Fueron los niños de Quer quienes lo unieron a la tierra, en memoria de Rafael Bocanegra, vecino de Quer recientemente fallecido. Para honrar su memoria, y en la de todos los seteros que ya no están, el alcalde de Quer pidió un fuerte aplauso. Rafael ha sido muy feliz en Quer. Agradezco el detalle del Ayuntamiento y al pueblo, decía esta mañana su viuda, Concepción Sánchez. A partir de las 14:00 horas, aprovechando las sillas y mesas que había desplazado hasta el lugar el Ayuntamiento, los seteros compartieron un refresco y el aperitivo. Para terminar la jornada, cada una de las familias que se acercó a compartir con los demás la mañana en el Día del Arbol se llevó una planta a casa.